La Ciencia Detrás del Cubismo: Un Encuentro Entre el Arte y la Física

Por: Rocío Rios

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

“Cómo la Ciencia Revolucionó el Arte: La Influencia Oculta del Cubismo en la Física y la Relatividad”

A finales del siglo XIX y principios del XX, el arte y la ciencia comenzaron a entrelazarse de manera notable, con la física ejerciendo una influencia significativa en el desarrollo de grandes tendencias pictóricas. Uno de los movimientos más revolucionarios que emergió durante esta época fue el cubismo, el cual transformó la percepción y representación del mundo a través del arte. Aunque frecuentemente se asocia con figuras como Pablo Picasso y Georges Braque, la influencia de la ciencia en el desarrollo del cubismo es un aspecto menos conocido pero crucial.

El cubismo no solo fue una revolución artística; también reflejó las transformaciones científicas y filosóficas de la época. Durante este periodo, la física cuántica y la teoría de la relatividad de Albert Einstein estaban desafiando las concepciones tradicionales del espacio y tiempo. Los cubistas adoptaron estas ideas, incorporándolas en su arte al romper con las normas convencionales del arte occidental. En la etapa sintética del cubismo, caracterizada por la fragmentación de objetos y figuras en formas geométricas y la representación de múltiples perspectivas en una sola obra, la influencia de la ciencia es evidente. La descomposición de la realidad en unidades mínimas recuerda a la física cuántica, mientras que la teoría de la relatividad influyó en la idea de representar figuras y objetos desde múltiples perspectivas simultáneas, como si el tiempo y el espacio se fundieran en una única experiencia visual.

Tres artistas en particular reflejan la profunda influencia de la ciencia en el cubismo: František Kupka, Marcel Duchamp y Robert Delaunay.

František Kupka, una figura clave del arte abstracto, tenía intereses que abarcaban desde el misticismo hasta las ciencias. En París, asistió a clases de biología, física y fisiología en la Universidad de la Sorbona. Su interés en la luz es evidente en su “Estudio de los Discos de Newton”, donde utilizó círculos concéntricos de colores para evocar un sentido de armonía y equilibrio.

Marcel Duchamp, pionero del movimiento dadaísta, exploró técnicas científicas en su obra “Desnudo descendiendo una escalera, nº 2”, donde aplicó la técnica del timelapse y disolvió la forma del cuerpo humano como si se viera mediante rayos X. Duchamp también estudió la teoría del color y la teoría de la relatividad, integrando estas ideas en su obra monumental “El gran vidrio”.

Robert Delaunay, junto con su esposa Sonia, lideró el orfismo, una corriente del cubismo que exaltaba el color y la luz. En su serie de 1912 “Ventanas”, Delaunay yuxtapuso planos de colores para crear un movimiento aparente, influenciado por la investigación científica sobre la luz y el color. Delaunay también reflejó su conocimiento de la radiación invisible en obras que incluían la Torre Eiffel con un transmisor de radio.

El cubismo no solo fue una expresión artística, sino también un testimonio de cómo la ciencia y el arte pueden fusionarse para ofrecer nuevas formas de entender y representar el mundo. La influencia de la física y la teoría de la relatividad en el cubismo nos recuerda que, a menudo, los avances en el conocimiento humano no solo cambian la ciencia, sino también el arte y la cultura.