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Revolución robótica: crean una piel artificial que siente cortes, calor y hasta pinchazos profundos con una sola capa

Por: Rocío Rios

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Un innovador hidrogel desarrollado en el Reino Unido permite a los robots detectar daño físico, presión y temperatura con una precisión sin precedentes, abriendo nuevas posibilidades en prótesis, cirugía y exploración espacial.

En un avance tecnológico que podría transformar el futuro de la robótica, un grupo de científicos en el Reino Unido ha desarrollado una piel artificial capaz de percibir sensaciones complejas como cortes, quemaduras, presión y cambios de temperatura. Esta “piel robótica”, elaborada a partir de un hidrogel conductor, es única en su tipo: logra interpretar diversos estímulos sin necesidad de múltiples sensores ni materiales superpuestos.

El hallazgo, publicado en la revista Science Robotics, marca un hito en el diseño de sistemas robóticos sensibles al entorno. A diferencia de los métodos tradicionales —que requieren distintos sensores para captar cada tipo de estímulo— esta piel utiliza una sola capa de hidrogel moldeable y autorreparable. Gracias a una técnica conocida como tomografía de impedancia eléctrica (EIT), es capaz de mapear y analizar en tiempo real cómo varía la conductividad del material ante distintos tipos de contacto.

Durante las pruebas, los investigadores sometieron la piel a cortes con bisturí, presión metálica, calor localizado y otros estímulos, recogiendo más de 1,7 millones de señales para entrenar un sistema de inteligencia artificial. Los resultados son sorprendentes: el sistema no solo detectó el tipo de estímulo recibido, sino también su ubicación exacta, incluso en zonas alejadas de los electrodos. La precisión promedio fue inferior a los 25 milímetros en una superficie de más de 38.000 mm², incluyendo las puntas de los dedos de una mano robótica moldeada con el mismo material.

Uno de los aspectos más prometedores del desarrollo es su capacidad para registrar condiciones ambientales como temperatura y humedad, sin agregar sensores adicionales. En una prueba de 100 horas, la piel recolectó datos del entorno y los interpretó con alta precisión gracias a algoritmos estadísticos y redes neuronales. Esto permitiría a los robots operar de forma más autónoma y segura en entornos cambiantes, desde hospitales hasta misiones espaciales.

“Lo que hemos logrado es una piel sintética que no solo siente, sino que entiende el tipo de contacto y aprende a interpretarlo con muy pocos datos”, explican los investigadores. El diseño monomaterial también evita los problemas de adhesión y delaminación comunes en otras pieles electrónicas, haciéndola más resistente y duradera.

Las posibles aplicaciones son amplias: desde prótesis inteligentes y asistentes médicos hasta brazos robóticos capaces de realizar cirugías delicadas o robots exploradores que perciban su entorno con mayor sensibilidad. Sin embargo, aún quedan desafíos por resolver, como la estabilidad del hidrogel a largo plazo y la mejora de las conexiones entre electrodos y sistemas robóticos.

Aun así, este desarrollo representa un cambio radical en la forma en que los robots podrían percibir y reaccionar al mundo. Frente a un enfoque tradicional basado en componentes rígidos y sensores independientes, esta piel robótica propone una solución integrada, adaptable y altamente eficiente. Un paso más hacia máquinas verdaderamente sensibles.

Referencias

  • David Hardman, Thomas George Thuruthel, Fumiya Iida. Multimodal Information Structuring with Single Layer Soft Skins and High-Density Electrical Impedance Tomography. Science RoboticsDOI: 10.1126/scirobotics.adk1162.