El misterioso socavón de Puebla: un fenómeno natural que desafía la estabilidad del suelo
Los socavones suelen evocar imágenes de catástrofe, en las que el suelo se abre de repente y se traga todo a su paso, desde coches hasta viviendas enteras. Sin embargo, este tipo de colapso masivo es raro. Más comunes son los socavones que, aunque no tan destructivos, representan una amenaza costosa y un problema creciente en ciertas regiones del mundo, como México.
El 29 de mayo de 2021 se formó un enorme socavón en un terreno de cultivo en el pueblo de Juan C. Bonilla, cerca de Puebla. Este fenómeno, que continúa expandiéndose, ha captado la atención tanto de medios nacionales como internacionales debido a su inusual tamaño y a la inquietud de las autoridades locales sobre su posible expansión.
Un informe reciente sobre este incidente indica que el socavón es producto de un proceso natural y que no existen evidencias de que la sobreexplotación del acuífero haya sido el detonante de la erosión del suelo en la zona. Según los expertos, la formación de este tipo de abismos generalmente ocurre en terrenos kársticos, donde las rocas carbonatadas como la caliza o la dolomita son propensas a disolverse con el tiempo. La filtración de agua subterránea en grietas y cavidades subterráneas genera un proceso de desgaste y crea espacios huecos que, cuando ya no pueden soportar el peso de los sedimentos de arriba, desencadenan el colapso.
En el caso de Puebla, el informe detalla la existencia de cavernas y dolinas que se formaron debido a la disolución de rocas calcáreas en el subsuelo, un proceso que, aunque natural, puede acelerarse con cambios en el nivel del agua, la sequía, o lluvias extremas. En la zona afectada, se ha detectado que el agua subterránea tiene una temperatura más elevada que en otras partes del acuífero, lo que sugiere la posible presencia de corrientes de aguas profundas que ascienden hacia la superficie.
El fenómeno de los socavones no solo es frecuente en áreas con formaciones rocosas fácilmente erosionables, sino que también se ve afectado por actividades humanas como la construcción y el bombeo intensivo de agua subterránea. En este caso, sin embargo, los estudios de los niveles piezométricos del acuífero indican que se encuentran estables, lo que refuerza la teoría de que el socavón se originó de forma natural.
El socavón en Juan C. Bonilla sigue siendo un tema de preocupación para las autoridades locales, que monitorean de cerca su evolución para evitar riesgos mayores. Aunque los socavones de crecimiento lento son los más comunes, aquellos que colapsan de forma súbita pueden formarse en horas y suponen una amenaza mayor.
Este tipo de fenómenos recuerda los riesgos ocultos bajo la superficie y los complejos procesos geológicos que modelan nuestro entorno. Los especialistas insisten en que es fundamental seguir investigando y monitoreando este socavón para prever posibles crecimientos y proteger las zonas aledañas, mientras que la población y las autoridades siguen con atención cualquier cambio en el terreno.