Kamchatka, Rusia — Un poderoso sismo de magnitud 8.8 estremeció este miércoles la remota península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia
Se han generado una serie de alertas de tsunami que se extendieron a lo largo del Pacífico, desde Japón hasta Chile, incluyendo Hawai, California y otras regiones costeras de América.
El terremoto, ocurrido a las 11:24 a.m. hora local, tuvo una profundidad de 21 kilómetros y su epicentro se situó en el mar, a unos 120 kilómetros de Petropavlovsk-Kamchatsky, la capital regional. El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que se trata de uno de los movimientos telúricos más intensos registrados en la última década, comparable solo al devastador sismo de Japón en 2011.
Tsunami y evacuaciones en cadena
El sismo generó olas de tsunami que alcanzaron diversos puntos del Pacífico. En Rusia, olas de hasta seis metros se reportaron cerca de zonas pobladas en Kamchatka y las islas Kuriles, donde se declaró el estado de emergencia. Varios puertos fueron inundados y se registraron lesiones menores por evacuaciones apresuradas.
Japón, aún marcado por el trauma del desastre nuclear de 2011, activó protocolos de evacuación. Se registraron olas de hasta 60 centímetros en zonas como Hokkaido e Iwate. Decenas de personas buscaron refugio en azoteas y colinas, mientras se mantenía la vigilancia sobre la planta nuclear de Fukushima, que no sufrió daños, según informaron las autoridades.
En Hawai, las sirenas de emergencia se activaron en la madrugada y se ordenaron evacuaciones en zonas bajas. Posteriormente, la alerta fue degradada a aviso de tsunami, aunque las autoridades advirtieron sobre posibles corrientes peligrosas y oleajes fuertes durante varias horas. El gobernador activó helicópteros y equipos de rescate por precaución.
En la costa oeste de Estados Unidos, incluyendo California, Oregon y Washington, así como en la provincia canadiense de Columbia Británica, también se emitieron alertas. En Crescent City (California), se registraron olas de hasta 1,1 metros, mientras el Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre “corrientes seriamente peligrosas”.
Chile, por su parte, elevó su alerta al nivel más alto para la mayor parte de su costa pacífica y comenzó evacuaciones preventivas en localidades costeras.
Réplicas y situación en Kamchatka
El sismo principal fue seguido por múltiples réplicas, algunas de magnitud 6.9. En Petropavlovsk-Kamchatsky se reportaron daños menores, como en un jardín infantil en renovación. Varias personas resultaron heridas al intentar evacuar apresuradamente; una de ellas al saltar por una ventana desde un hospital. Un video difundido por medios rusos mostró a médicos reanudando una cirugía en medio del temblor.
En las islas Kuriles, las olas interrumpieron el suministro eléctrico del principal puerto pesquero, Severo-Kurilsk, pero no se reportaron daños estructurales graves.
Un fenómeno global
El tsunami generado por el terremoto cruzó el Pacífico a gran velocidad, llegando incluso a generar advertencias en lugares tan lejanos como Nueva Zelanda, Filipinas, México, Fiyi, Samoa y Tonga. Aunque muchas de estas alertas fueron rebajadas con el paso de las horas, los expertos insistieron en que el peligro no había terminado.
“Un tsunami no es solo una ola”, explicó Dave Snider, del Centro Nacional de Alerta de Tsunamis en Alaska. “Pueden ser una serie de olas poderosas durante horas. El peligro puede prolongarse más de un día”.
Un recordatorio de la vulnerabilidad sísmica
Este terremoto, uno de los más potentes desde 2011, vuelve a subrayar la fragilidad de las regiones que bordean el “Anillo de Fuego del Pacífico”, donde se concentran la mayoría de los terremotos del planeta. Aunque en esta ocasión no se registraron pérdidas humanas ni daños catastróficos, la amenaza sísmica sigue siendo constante.
Las autoridades en los países afectados siguen monitoreando la situación y piden a la población mantenerse alerta y lejos de las zonas costeras mientras se disipa la actividad.
Con información de AP, USGS y agencias locales.