La noticia fue sorpresiva.
Por el día y la hora, ayer a las 16:34 hrs., el Presidente López O. anunció en su cuenta de TW. que había dado positivo a COVID. Las redes sociales se vieron en una dinámica poco usual para un domingo por la tarde, la notica lo ameritó.
La noticia desató varias reacciones; deseos de recuperación por parte de sus adversarios políticos y de sus seguidores, chistes crueles sobre “un posible milagro” y hasta pensar en la teoría del Distractor, es decir, que solo fuera otra noticia para desviar el pésimo manejo de esta pandemia, la aplicación de las vacunas y en general el colapso del país). La conclusión es que México no estaría en condiciones para tener aún menos gobernabilidad. Si ya estamos caminando sobre la cuerda floja, tener un presidente enfermo solo agravaría el ánimo y el rumbo (que no hay) de la nación.
Sin embargo, sí podemos pedir que el presidente por fin y de una vez por todas, haga conciencia y sea ejemplo de responsabilidad y deje de minimizar la situación que azota al país: 140 mil muertos y millón y medio de contagiados; gastos inútiles en obras (o caprichos) que ahora no ayudan en lo absoluto a levantar el país y sobre todo, darle mayor prioridad a las próximas elecciones que atender la crisis sanitaria.
Esperemos cesen sus comentarios simplones y negligentes sobre el No uso del cubre bocas, usar las imágenes religiosas para combatir el contagio, afirmar que No mintiendo, robando y traicionando también ayuda para no contagiarse y afirmar que No pasa nada y que el manejo de la pandemia va excelente, que ha caído como anillo al dedo y nos hace lo que el viento a Juárez.
Por supuesto esperamos que el presidente se recupere y pronto, pero también ojalá, ahora sí escuche que todo esto nos tiene rebasados.
A ver si así.
