La falsa democracia y la censura hacia sus críticos parece que es el sello de esta 4ta.Transformación.
Ya en 1990, el Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, hizo un fuerte crítica hacia nuestro sistema democrático, sentenció que México tenía una “dictadura perfecta”; la razón era simple, el PRI (gobernante en esos años) lograba simular a la perfección que había elecciones libres, que se tomaba en cuenta la decisión ciudadana y que se gobernaba respetando la libertad ciudadana, sin embargo, sabíamos que todo esto era falso, que los medios masivos de comunicación, prensa escrita y televisión estaban sometidos al poder del presidente, que las manifestaciones tenían poco eco o eran reprimidas en pocos minutos.
Han pasado 30 años desde que México empezó a cambiar. Obligado por la inercia mundial y el avance tecnológico, el país no tuvo otra opción más que abrirse al mundo; primero, en el área comercial y después, en nuestra forma de hacer gobierno. Creamos un instituto independiente que organizara y vigilara las elecciones gubernamentales, se mejoró y reforzaron los candados para tener elecciones más limpias y transparentes; se fueron perfeccionando las leyes electorales y se concedió mayor voz a las quejas o cometarios ciudadanos. Hoy, parece que regresamos a 1960 donde el poder del presidente es total y absoluto y la opinión ciudadana se basa en encuestas que son organizadas a su modo, bajo sus condiciones y con diversas lagunas logísticas y jurídicas.
El presidente auto denominado “humanista” no deja de descalificar y agredir a quien no le aplaude o a quienes le hacen ver los errores de su equipo y las incongruencias de su administración. Para estas observaciones, las respuestas son: “Pasquín inmundo”, “conservadores”, “se resisten al cambio”. Es decir, su palabra es la última y su opinión la única valida.
Ya son diversas voces que le hacen ver que vamos mal. Que es inaceptable contabilizar 76 mil muertos por COVID (sin contar la cifra negra) y que los homicidios dolosos van aumentando también, que es urgente realizar un plan de emergencia económica porque los empleos se siguen perdiendo. Me pregunto si todas estas voces serán panistas o prianista, yo creo que no.
Han pasado 30 años y la Dictadura perfecta ha regresado.