Dos percepciones de la realidad, dos caminos diferentes en la vida en un mismo escenario: una fiesta
La fiesta comenzó, todo muy elegante en un jardín, nada podía fallar.
Las nubes no tienen palabra y dejaron caer un torrencial aguacero.
Los jóvenes se divirtieron mucho, hablaron por meses de esa tarde y siempre terminaban con una gran sonrisa.
-Te lo dije, hubiéramos ido a la reunión con mis papás, mira estos zapatos que costaron carísimos ya se arruinaron, así como arruinaste mi vida.
El esposo se quedó mudo, gélido al escuchar esas palabras delante de amigos y familiares.
Dos percepciones de la realidad, dos caminos diferentes en la vida en un mismo escenario: una fiesta, como muchas.
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