Hoy cumple 77 años mi padre.
Es un acuario.
Dicen que una característica de los acuario es que es el signo que te deja mas veces en visto en WhatsApp, pero mi padre no tiene Whats, entonces, pues, no aplica.
Es dificil descifrarlo.
Como dice la canción: “La edad se le vino encima…” y a pesar de eso aún me guarda secretos que seguramente se llevará a su tumba.
Mi padre empezó a trabajar desde los seis años, no tuvo una niñez feliz (o quizás no tuvo niñez) creció al lado de su madre y hermana. Lejos, muy lejos de su padre, a quien cuidó en su vejez y enterró en esta ciudad.
Su madre también murió hace unos años.
Sus primeros trabajos fueron: Voceador y bolero.
La vida no le ha sido sencilla (como a la mayoría, la particularidad es que es mi padre)
Sé que no espera gran cosa de mí y es que conoce a la perfección la gratitud de los hijos.
A él le debo mi hábito por levantarme temprano, el gusto por el café y la adicción al pan de elote.
También lo he visto quebrarse algunas veces.
Aún recuerdo cuando hace 25 años nos avisaron de la muerte de mi hermano mayor (Paco) quien murió en un accidente de carretera -estallamiento de vísceras con traumatismo craneoencefálico (fue el dictamen pericial), entró en shock y durante el camino al anfiteatro municipal de San Martín, el silencio, aquel silencio que duró cerca de cuarenta minutos fue la charla más dolorosa que hemos tenido.
Al entrar y reconocer el cadáver destrozado de su hijo lo vi doblarse y abrazar el cuerpo.
A sus entonces 55 años lo vi envejecer en unos segundos, lo vi convertirse en un cuerpo con huesos metido en una camisa cuadrada y le vi llorar sus remordimientos.
También he disfrutado con él. Imposible olvidar cuando festejamos los campeonatos de la franja, las excelentes faenas de Eloy Cavazos o Manolo Arruza y la pésima forma de tirarse a matar de David Silveti.
Mi papá vive hoy al lado de mi madre con quien la ha sufrido y también gozado, en octubre cumplieron 53 años de casados y es innegable que es la mujer de su vida.
Podría llenar esto de episodios y transformarlo en un mar de recuerdos, de risas y lagrimas. Pero esto es algo más que eso.
Es decirle que lo amo, y es que hoy no vive sus mejores días, la vida le cobra unas facturas y debe saber que cuenta conmigo ‘Hasta donde tope’
Perdonen este pequeño arrebato.
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