Hace un año, Humberto Aguilar Coronado, aun no rozaba ni el acelerador en Puebla. Las circunstancias eran unas y la estrategia dependía de ellas.
Hoy se ha vuelto un político que concita niveles positivos de apoyo y confianza; que contrastan con la caída de algunos de sus compañeros de partido y de otros actores políticos que aspiran y habitan en otros partidos.
El COVID hizo lo suyo. Acabó con la improvisación política y confirmó el liderazgo de otros.
A casi un año de las elecciones el tiempo es fundamental, para unos es mucho y para otros es nada.
La lucha interna en AN es de pronósticos reservados y de dos a tres caídas con límite de tiempo, pues el candidato de AN tendrá que ser resuelto en un par de meses.
Al día de hoy es reconocido por la mayoría que Eduardo Rivera Pérez es el mejor posicionado para regresar al PAN al palacio municipal, pero el enemigo de Lalo habita en casa y es Genoveva Huerta, quien no es un enemigo menor. Llama la atención que el presidente del CEN, Marko Cortés, no le haya puesto un hasta aquí a la dirigente estatal ¿por qué? Piense mal y acertará.
La mesura política del Tigre lo coloca como una carta de Marko como candidato a la alcaldía, ante los fanatismos irreductibles, los mensajes de odio y las tensiones entre los grupos locales de acción nacional.
Es decir anularía de un manotazo la candidatura de Lalo y la propuesta del CDE de Genoveva Huerta, para decantarse por una carta propia, que sea panista de cepa, que no tenga agravios cantados con los grupos y los pueda conciliar.
En ese clima no se antoja difícil que Marko Cortés se incline en el mejor de los escenarios por el también conocido como el Tigre, pero en otro escenario menos favorable para los panistas, un candidato externo o ciudadano los abanderaría como lo fue Enrique Cárdenas en su momento.
Si los militantes de AN no se quieren ver sorprendidos y víctimas de las negociaciones cupulares deberán dejar a un lado sus diferencias y reanudar sus pleitos en mejores ocasiones.
Lalo Rivera si en realidad quiere la candidatura, deberá buscar apagar los fuegos que hay en su contra y empezar la operación cicatriz con las viudas que dejaría su nominación
El Tigre si la quiere debe sumir el acelerador para al menos alcanzar los 180 km/h.
Aprovechar que es un político maduro, alejado de escándalos y que no es mal visto en la clase política poblana.
La candidatura de AN hacia Puebla capital aun es un volado, lo único cierto es que el coronavirus permitió que asomaran facetas ciudadanas y político-partidarias que hasta hace muy poco parecían utópicas.
Las Breves
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¿Qué pasaría si en MORENA no hay un candidato que pase el tamiz del gobernador y de la alcaldesa? ¿Si Barbosa logra imponer un alfil? ¿Y si Claudia busca la reelección por otro partido?
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Será en los próximos días que el PT del Profe Anaya haga sus destapes rumbo al 2021.
Sus cartas son fuertes y habrá lugares en donde van solos pero en donde irán en coalición pueden dar la sorpresa.
En la marranera analizan ir en alianza con ellos y el verde.
Por lo pronto anote los nombres de Juraidini, Eleazar Pérez, Yayo Casas y Arturo Hernández.
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En tiempos electorales salir comiendo frijoles u memelas no es símbolo de humildad, se considera oportunismo electoral.
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Vaya mensaje del gobernador a Julio glockner.
También el mensajero debería estar nervioso.
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