Lalo Rivera dejó en pausa el proceso para concesionar la publicidad por diez años en espacios municipales.
Dejando en claro que el equipo encabezado por Michel Chain lo alentó y subió al ring con frágiles argumentos jurídicos o que la amenaza del gobernador surtió efectos en él.
Peor aún, quizás solo se trató de una simulación, de una escena que el gobernador tenía que montar para desvanecer las sospechas de que es una de sus cartas sucesorias para el 2024 y que desde CDMX le exigieron un desmarque.
Algunos salieron a decir que el gobernador y el alcalde se habían reunido hoy como políticos profesionales.
Otros tuitearon que todo había sido el estrés de la prensa y que no había guerra entre Casa Aguayo y Palacio Municipal.
Lo cierto es que la gente profesional no ventila sus pleitos en redes sociales ni manda mensajes a través de ruedas de prensa o editoriales a modo.
La hipótesis de que Lalo Rivera es un producto de Casa Aguayo toma fuerza con la ‘tregua’ y bandera blanca que alzó hoy el alcalde, un producto que a pesar de la poca contención mediática sigue encabezando las encuestas del 2024.
El gobernador Barbosa muy a su estilo trata de mandar mensajes de que Lalo Rivera no es su candidato.
Pero quienes están cerca de él tienen otros datos.
Dicen, que detrás de la amenaza de ayer no solo hay soberbia, también hígado y una estrategia de simulación. Y es que el mejor escenario de sucesión para el gobernador es la llegada de Lalo.
¿Qué pasaría si a la gubernatura llegará Armenta, Mier o Rivera Vivanco?
Sin duda vendría un ajuste de cuentas.
El carnicero de hoy se convertiría en la res de mañana.
Y es que los agravios contra ellos no son pocos ni menores.
Los Mier jamás olvidarán que por un momento Nacho Mier Jr abandonó su cargo como alcalde de Tecamachalco por el temor a ser detenido por la ejecución de unos ministeriales.
Armenta ha tenido desencuentros con Barbosa desde que le impugnó la candidatura y al final se replegó.
Rivera Vivanco sufrió una serie de ataques coordinados desde Casa Aguayo, cuando no quiso entregarle la seguridad a Árdelio Vargas y después le ganó la candidatura al delfín Biestro.
Los números que tienen en Casa Aguayo dan por hoy como favorito a Eduardo Rivera .
Y aunque otros candidatos: Bailen, suban historias al Instagram, usen tik tok, coman chalupas y cemitas, poco se van a modificar sus estadísticas.
¿Qué sigue después del recule del alcalde?
Vendrán más desencuentros pactados.
Así es el juego, ya lo decía Sun Tzu «Todo arte de la guerra se basa en el engaño».
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