El día de ayer Mario Alberto Mejía me dedicó algunos párrafos de su tan leída columna.
La prosa es impecable, pero su análisis es mediano y lleno de fobias.
Aquí unas citas de la columna.
“A través de “Tony Soprano”, un “columnista” alimentado por Corvera que responde al nombre de Adán Morales, se cobran facturas en contra de todo mundo, hasta de quienes obstaculizan trámites de la Universidad Angelopolitana…”
Para pocos debe ser un secreto que el que esto escribe maneja el personaje ficticio de Tonny Soprano, nunca se ha intentado ocultar tal cosa, no se necesita ser sesudo para decir que Mejía ha descubierto la receta del agua tibia en plena pandemia.
¿De qué facturas habla, qué sabe Mario Alberto Mejía, quién ha obstaculizado tramites de la universidad ‘Angelopolitana’?
Otra cita de la columna de Mario Alberto Mejía.
‘…de Moviendo Ideas, una página web dedicada a hacerle la guerra sucia al gobernador Miguel Barbosa Huerta y a algunos de sus funcionarios’
No hay tal guerra sucia. Mejía ignora la realidad y quién sabe por qué no ve lo malo de los gobernadores.
El columnista trata de crear un caos en donde no lo hay, parece que le espanta la crítica al poder y es que él lleva años sin señalar directamente alguna falla del gobernador en turno.
Cuente ahí a Moreno Valle, a Gali, a Martha Erika y hoy a Miguel Barbosa; de quien hablaba pestes en el pasado.
El demás contenido de su columna es paja.
Nota Bene: La historia de cómo llegó ContraRéplica de Antonio Grajales a Puebla tiene su ‘trama’
Dinero, intereses…
Eso también es novela negra.
Ufff.
Y tenebrosa.
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