El linchamiento mediático en nombre de la ‘Libertad de expresión’

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El 7 de junio de 1951 los editores de periódicos y el entonces presidente de la República Miguel Alemán Valdés instituyeron el día de la libertad de expresión.

Sin embargo en nombre de ésta se ha cometido de todo: Auto censura y linchamiento, por mencionar algunos.

Los periodistas de hoy en día (no todos) se han ido desvirtuando y perdiendo en el camino; Estas elecciones mostraron un rostro indigno: Y es  que desde el ejercicio de la profesión trabajaron incansablemente para el poder político, pusieron su pluma al servicio de los odios del mejor postor

Jugaron a  ser Dioses y fiscales,  peor aún, dictaron  las reglas de la moral y lo  políticamente correcto.

Decía el maestro Bastenier: “El mejor periodista es un investigador, pero ni policía, ni juez. Documenta e interpreta el caso, y ahí acaba su función”.

Usaron las redes sociales como el camino para impulsar el voto del odio: se volvieron francotiradores.

En Puebla como en todo el planeta hay un sector de periodistas que están al servicio del poder, son duros,  presumen ser ‘influencers’, denuestan a los que tienen 100 seguidores, cuando carecen de argumentos recurren a la RAE, se dicen las ‘vacas sagradas’, aunque muchos los llamamos #lordsmoleculas,  ellos tratan de imponer la agenda del gobierno y atacan sin piedad a los enemigos del sistema; los descalifican aprovechando esa imperceptible línea que separa la libertad de expresión con la embestida.

El efecto que han conseguido es demoledor y es que no abonan a la comunicación y mucho menos a la información, su consecuencia es la de polarizar aún más la discusión pública.

Y es que ese afán Orwelliano de señalar que la historia se escribe a través de la verdad oficial es lamentable.

Se puede hacer periodismo con  sátira y provocador, sin incitar al odio.

Pero no ampararse en la libertad de expresión para atacar, ni incitar al linchamiento mediático.

En fin.

Creo que es hora de racionalizar las felicitaciones con motivo de  ‘La libertad de expresión’

 

Ecos de la elección en Puebla.

Mal haría el gobernador Barbosa en sentirse ganador por que Claudia Rivera perdió la capital y es que aunque se podría decir que le entregó buenas cuentas a AMLO en cuanto a diputaciones federales, el gobernador perdió la confianza de Palacio Nacional.

 

En AN viene la disputa por la dirigencia estatal: Lleva mano Rivera Pérez, los demás son cascabeles.

 

Quien sin hacer mucho alarde dio buenos resultados es Fernando Morales y es que el cachorro del ex gobernador Melquiades Morales obtendría el 5% de la votación en todo el estado y más de 15 municipios se pintarán de naranja.

 

 

Mi cuenta en tuiter: @adangio