A pesar de la muerte de Miguel Barbosa en diciembre pasado, a su primo Julio Huerta se le han acomodado los astros.
Hizo los cambios necesarios y dejó de usar como bandera el ‘legado barbosista’, tomó distancia de la viuda y desde la SEGOB poblana alineó a los grupos políticos con el gobernador Sergio Salomón.
Hay momentos en que la vanidad (mala consejera) le ha ganado.
Su protagonismo en el desfile del 5 mayo y en la ultima visita de Claudia Sheinbaum, su rol fue mayor que el del propio gobernador.
Aunque estos momentos podrían ser interpretados como tropiezos, pensar que Julio Huerta viene en picada en su relación con el ejecutivo es sin duda una equivocación.
Sergio Salomón es un profesional, es un hombre pragmático y con el olfato desarrollado: pocas veces se ha formado del lado incorrecto. Sabe que Julio Huerta es el soldado en Puebla de la casi candidata presidencial y es un puente de oro para el futuro cercano.
Lo anterior no significa que tenga la candidatura al gobierno del estado en la bolsa, pero si lo coloca en una posición de privilegio, pues tendrá voz cuando Claudia Sheinbaum le pregunte ¿quién si y quién no?, además de tener la responsabilidad de hacerla ganar si resultara candidata.
Desde esa posición tendrá la obligación de sentarse a dialogar con ‘Los Nachos’ que cuentan con el respaldo del secretario de gobernación: Adán Augusto, ‘Los Claudios’ que ya han ganado la candidatura de MORENA a la alcaldía en el 2018 y en el 2021 y ‘Los Armenta’ que lideran todas las encuestas; pero si la soberbia lo aconseja pone en riesgo el verdadero proyecto que es P. Nacional.
El triunfo de Delfina Gómez en EDOMEX logra reafirmar a Sheinbaum como la preferida del Presidente y la movilización del sábado de 50 mil poblanos, a Julio Huerta, como el soldado de Sheinbaum.
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