La alcaldía poblana ‘aún’ es un volado

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En política lo único cierto es lo que ya pasó. Esta premisa, con mayor razón, se ajusta a las elecciones para la Alcaldía Poblana.

Existen muchos mitos que han sido enterrados y otros más lo serán.

Que la gente no quiere que regrese el PRIANRD, es cierto, pero tampoco le gusta la forma de gobernar de MORENA.

Que la capital poblana es azul, yo tengo otros datos.

Que las elecciones intermedias son del gobernador, hoy parece que no.

Lo cierto es que el electorado se ha tornado cada vez más indescifrable.

En Puebla podemos decir que hay un nuevo escenario.

Primero: Una disputa por la alcaldía cada vez más cerrada, reñida, polarizada y centrada en dos candidatos que ya tuvieron la oportunidad de gobernar, sin resultados no tan exitosos.

Segundo: Hay más partidos y un par de personajes que podían hacer la chica: Roberto Ruiz Esparza y Eduardo Rivera Santamaría.

Tercero: Los partidos tradicionales, por sí solos, tienen cada vez menos juego y menos posibilidades de ganar la alcaldía, la gente está harta de sus malos gobiernos y de su feroz lucha interna por hacerse de las candidaturas.

Lo anterior hace que el resultado sea cada vez menos predecible, más incierto, y donde las encuestas ya no le atinan al resultado.

Los candidatos punteros apuestan a una campaña de desprestigio al rival  y de promesas ya hechas.

¿Le funcionará a Claudia Rivera Vivanco mostrarse como la candidata que aspira a la reelección cuando la percepción de sus resultados en su gestión es mala?

¿Logrará Rivera Pérez emocionar a un electorado con el chaleco del PRI que representa los gobiernos municipales que hicieron: Marín, Doger y Blanca Alcalá, logrará hacerlo a pesar de tener dos derrotas en las tres veces que ha contendido por el cargo?

El escenario aunque parezca lejano es ideal para que la gente de un voto de castigo a los partidos y candidatos tradicionales.

La reflexión es que ni el panismo ni el morenismo tienen la alcaldía ganada.

Y aunque las últimas mediciones a nivel federal muestran que MORENA dispone de una fuerza electoral fuerte, en el caso particular de Puebla capital se muestra vulnerable y es que el desaseado proceso de selección de su candidato a la alcaldía ha dejado una herida que luce imposible de cicatrizar y el asunto del ‘presunto’  diputado pedófilo, Saúl Huerta, colocan a MORENA a la baja.

 

En AN las cosas no son diferentes.

Una dirigencia que dobló por mucho tiempo al hoy su candidato, que lo orilló a negociar y abrir espacios.

Hay quienes ven a su candidato demasiado tibio y sin el protagonismo que debiera tener quien es ya el elegido, los líderes se le están yendo y los números no son como ellos creen.

En definitiva, estas divisiones y la incapacidad para lograr acuerdos internos, son los que hacen que el pronóstico sea incierto.

 

Los Indecisos.

Como siempre jugaran un papel importante, quien logre captar su atención y favor, se podrá decir ganador. Los indecisos son estructuras autónomas que no responden a ningún partido.

Ellos le apuestan a quien se muestra independiente y sin jefes políticos, que representa los intereses de aquel sector de la ciudadanía que es distante a los partidos políticos.

Si ven alguno,  avísenme.

 

Las redes.

Quien logre hacer uso de las ventajas tecnológicas y diseñe una estrategia en redes que potencie su agenda y  la intención de voto,  llegará a ese nuevo nicho digital  que esta fuera del círculo rojo y de las estructuras tradicionales, ese voto joven que acudirá por primera o segunda  vez a las urnas.

 

Nunca ha sido tarea de las encuestas y columnas  adivinar resultados, pero hubo un tiempo en el que había menos riesgos de equivocarse al pronosticar quien ganaría.

El electorado de Puebla Capital ha cambiado y aunque muchos se digan ganadores: La moneda está en el aire.

 

 

Mi cuenta en tuiter: @adangio