Los tiempos han cambiado tanto, pero las formas de hacer política no mucho.
Las viejas practicas no se han roto, como el llamado ‘acarreo’, los acarreados son ciudadanos respetables que acuden a llenar eventos políticos, llevan matraca y confeti, esperan con ansia la gorra, la playera, la torta y una botella de agua caliente, y al final unos cuantos pesitos. Pocos saben como se llama el ‘licenciado’ al que le van a gritar: presidente o gobernador.
En los últimos quince días vimos como MORENA, lleno de priistas en sus cuadros, movilizó a miles para recibir a Claudia Sheinbaum y a Adán Augusto López.
La Jefa de gobierno fue recibida por 45 mil poblanos y al secretario de gobernación lo recibieron 15 mil personas en Tecamachalco.
Obvio, hay quienes les dirán que son otras cifras, pero el inflar y desinflar números también es un deporte político donde tenemos medalla de oro.
Los operadores políticos de la Jefa de gobierno son: El gobernador Sergio Salomón y Julio Huerta, titular de la secretaria de gobernación.
Los operadores de Adán Augusto son: El Dip. Nacho Mier, Fernando Manzanilla y Paco Ramos M.
Dos estructuras diferentes que obviamente tienen resultados diferentes.
La estructura política que está a disposición de Claudia Sheinbaum en Puebla es la estructura oficial, aquella que es movilizada bajo presiones de todo tipo: intimidaciones y chantajes, a cualquier ente que tenga que ver con el estado: Sindicatos, burócratas, presidentes municipales, organizaciones civiles, ambulantes, universidades, partidos políticos que funcionan como satélites… que son movilizadas básicamente con dinero público.
La estructura política que trabaja para Adán Augusto se puede considerar orgánica: Ahí habitan personajes que se mueven sin dinero publico y que no tienen manera de forzar la movilización mas que con: promesas, engaños, manipulación y un apoyito que a veces llega y otras se queda en un bolsillo ajeno.
Se imagina usted que pasaría si los papeles estuvieran invertidos.
¿Cuánta gente movilizarían Salomón y Huerta, sin la estructura del estado?
¿Juntarían las 60 mil almas que presumieron haber llevado?
¿Cuánta gente movilizarían Nacho, Manzanilla y Ramos, si contaran con la estructura oficial?
Las 15 mil almas por supuesto que se triplicarían.
¿Cuántos operadores hoy sin cargo presumían tener un ejército electoral cuando gozaban de las mieles del poder y hoy solo movilizan a sus cobradores?
Adán Augusto y Claudia Sheinbaum saben de la importancia de la estructura estatal, por eso ambos consienten al gobernador poblano.
Sergio Salomón se deja consentir, sabe que la estructura es poder y que tiene pocos meses para aplicar la máxima de Maquiavelo: “El poder no se comparte, se ejerce”
