Puebla está dividido y es un logro indiscutible de la clase política.
A diario amanecemos con un escándalo, una amenaza en la mañanera, políticos peleando en redes para ver quien tiene el sarcasmo más fino y estrategas marca patito diseñando campañas de lodo y copro.
La 4T no ha sabido capitalizar el bono democrático con los que lo proveyó el presidente López Obrador y es que la estrategia del gobernador Barbosa ha sido polarizar. Ellos contra el Morenogalismo corrupto.
Barbosa ganó una elección estatal con poca participación y una Puebla incendiada políticamente por la muerte de Los Moreno Valle.
Planteó una campaña de reconciliación, ya en el gobierno ha centrado su narrativa en la corrupción del pasado y retomó la polarización que en un principio resultó pero hoy ha comenzado a costarle.
La encuestadora Global Investment quien fue de las primeras en dar el triunfo al gobernador Barbosa y a Mauricio Vila en las elecciones Del 2018, realizó una medición en donde participaron solo 4 partidos: PRI, MORENA, PAN Y MC. Además de políticos como: Eduardo Rivera Pérez, Oswaldo Jiménez, Claudia Rivera, Gabriel Biestro, Blanca Alcalá, Enrique Doger, Eduardo Rivera Santamaría (empresario) y Michel Chain, entre otros.
Si alguien quiere ver como Puebla esta partido, la encuesta de GI provee una buena ventana. Si quiere ver como los votantes están cansados de la clase política, el estudio permitirá calibrar el termómetro político.
O si alguien piensa que la gente está deseosa de que vuelva a gobernar y que su partido es invencible, la encuesta le mostrará lo equivocado que está.
Pero también, si cree que el gobernador Barbosa no podrá salir del socavón en el que se encuentra, se recomienda la prudencia, porque está tejiendo alianzas y no necesariamente en MORENA.
Sumándole a esto el mensaje que ayer mandó la dirigente estatal de AN Genoveva Huerta al Rector Esparza y hacerle un ‘welcome’ a la candidatura del partido, terminó por polarizar la lucha interna que se vive.
La acidez panista es tal que Marko Cortés tiene en su escritorio las evaluaciones de los aspirantes a Puebla Capital y de algunas propuestas ciudadanas (Paola Migoya, quien opresivamente tiene buenos números).
No es su prioridad negociar la candidatura a la alcaldía, su prioridad se centra en llevar a los suyos al Congreso Federal.
Y es que el dirigente nacional se decanta por una negociación y no por una guerra.
La encuesta realizada por GI refleja la caída de la clase política que no logra entusiasmar y muestra que otras figuras están por sorprender. El caso es el del empresario Eduardo Rivera Santamaría que se coloca en MC con un a intención de voto del 28.8 %, pero eso no le alcanzaría y es que la elección está a la vuelta de la esquina.
Aún falta y esta encuesta se moverá aun, sobre todo cuando los candidatos y las alianzas estén ya definidas.
También influirá el estilo de gobernar y hacer política del mandatario poblano, quien si sigue con su narrativa sobre el pasado, donde todo estuvo mal hasta que llegó al poder, está dejando de tener el impacto que gozó en un principio y que le dio su victoria en las elecciones pasadas.
La división de la clase política en Puebla no tiene punto de retorno. Al contrario. Con López Obrador y el gobernador Barbosa, habitando en los extremos, se ahondará.
Esta división beneficiará a perfiles que logren desmarcarse de los padrinazgos políticos y consigan convencer a quienes no encuentren quien los represente.
Mi cuenta en tuiter: @adangio