Si de pronto ve a la venta: esferas, nacimientos, escarcha, coronas de navidad, ponche, tamales, cenas de navidad y cosas por el estilo. No se inquiete, es que la crisis hace que el invierno sea cada vez más frío y urja a las familias buscar ingresos.
Algunos hablaran de lo irresponsable que es reavivar la economía en tiempos de Pandemia, le dirán que viene un rebrote y dibujarán el apocalipsis.
Estamos por llegar a los 100 mil muertos y al millón de contagios. La tendencia indica que 2020 terminará con 117 mil mexicanos muertos por COVID-19, de acuerdo con el cálculo del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, sin contar las neumonías atípicas.
Sin embargo las autoridades tienen otros datos y otros planes.
De ahí la estrategia económica que no ayuda mucho.
Las personas obtienen cada vez menos alimentos con el mismo dinero.
Ir al súper o al mercado implica gastar más y comprar menos.
No hay empleos y a diario se pierden, la proyección de Citibanamex es que 2020 terminará con una pérdida acumulada de 890 mil empleos formales, pero sólo se recuperarán 390 mil en 2021.
La batalla por recuperar la economía se encuentra en el mercado informal, en las ventas por catálogo y en abrir los portones de las casa para vender artículos de temporada.
Y que en el discurso las autoridades pretenden controlar, pero lo cierto es que ven en el comercio informal una pequeña caja chica al cobrarles derecho de piso.
En enero pasado el país arrancó con 4.1 millones de micro, pequeñas y medianas empresas. ¿Cuántas habrán sobrevivido? Durante el encierro, sólo 7.8 por ciento recibió un apoyo muy limitado. El Proyecto de Presupuesto para 2021 destina únicamente tres mil 100 millones de pesos en ayudas para esos negocios. Si se repartieran, a cada uno le tocarían 743 pesos.
En Puebla las autoridades municipales y estatal se encuentran paralizadas y no precisamente por el frío, sino porque han sido rebasadas por la pandemia y sus estragos.
Además de que sus políticas públicas tienen un fin electorero.
No hay un programa sólido para apoyar a los pequeños y medianos empresarios que a su vez integren nuevas cadenas de valor y empleos
Al contrario, los empresarios han sido golpeados al no recibir ningún tipo de apoyo para la inversión.
No hay un plan, ni estrategia y sólo estamos cayendo en un círculo vicioso en donde el mercado informal crecerá.
Prepare sus abrigos y saqué su cobertor San Marcos, porque el cierre de año será crudo y frío.
Ayer visité el municipio de Chignahuapan.
Su laguna, las leyendas de temporada, el clima frío y su diversa producción de esferas; además de la barbacoa, hacen que sea natural la visita al municipio.
Todo esto reactiva la economía.
Los pequeños y medianos empresarios han vivido un 2020 de terror.
Hoy ante el cierre de año, muchos le apuestan a su negocio: empeñan, hipotecan, piden prestado, pagan sus licencias para vender, en fin: le meten dinero y se arriesgan a una temporada de ventas bajas.
Pero como condenados a muerte le apuestan a cualquier luz de esperanza por pequeña que sea.
La mayoría pensaremos que reabrir la actividad económica conduciría a tasas de contagio insostenibles, desbordamiento absoluto de los servicios médicos y más muertes.
Pero…
Las reglas están fijadas: El estado será permisivo con los empresarios y la economía, los consumidores debemos comprar: evitando aglomeraciones, usando cubrebocas, gel, sanitizantes y la #sanadistancia
También puede quedarse en casa, la decisión es personal y será una de las decisiones más complejas de su historia.
Mi cuenta en tuiter: @adangio