“Ya basta” de vulgaridades que ensucian y dañan la imagen de los festejos patrios en Puebla, dijo el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Sin duda el dardo fue dirigido para Claudia Rivera Vivanco quien lo acusó de misoginia y de invisibilizar al municipio por no haberla invitado a dar el grito y al alcalde electo, Lalo Rivera, sí.
No considero que haya misoginia por parte del gobernador, pero fobias, sí.
El ya basta de Barbosa viene después de tres años de agravios mutuos que hicieron que el partido en el poder perdiera el municipio.
Viene después de haberle ordenado sin éxito entregarle el control del mando policial.
Viene después de que la ASE en conjunto con el Congreso del estado iniciaran una cacería con tintes políticos.
Viene después de que por ‘ordenes de arriba’ le prohibieron a Claudia Rivero la entrada al evento en donde Marcelo Ebrard inauguró las oficinas de la SRE en Puebla.
El llamar a un “Ya basta” de vulgaridades solo quedará en un llamado y las animadversiones seguirán vigentes.
Después del grito y cuando Claudia Rivero abandoné el Palacio Municipal vendrá el cobro de facturas, vendrá el linchamiento mediático, el político y judicial.
Será la villana favorita, la enemiga publica #1.
El peor alcalde de Puebla. Muy por encima de los Marín, de los Doger, de los Paredes, de los Gali, de los Banck, que hoy viven en el desprestigio político.
El grito que dará el gobernador desde Casa Aguayo y rodeado de sus aliados no todos incondicionales, marcará el arranque de la sucesión.
Asistirá Eduardo Rivera, el presidente del TSJ Héctor Sánchez acompañado de su esposa y diputada Mónica Silva, llegarán los líderes de las bancadas en el congreso encabezados por Sergio Salomón Cespedes.
Quizás llegué Ríos Piter.
Quizás lleguen algunos empresarios.
Quizás llegué ese tapado que el gobernador ya ha definido, un personaje de la sociedad civil, de izquierda, austero, honrado, de principios y convicciones.
El PAN y su laberinto.
La visita de Marko Cortes, aspirante a reelegirse como Presidente nacional de su partido despejó algunas dudas.
De una y varias formas mostró que su confianza está con Genoveva Huerta.
Tal es el espaldarazo que aceptó tomarse una foto con Eduardo Alcántara quien enfrenta un proceso por acoso sexual.
La operación política para llevarse las 5 mil firmas de apoyo corrió por parte de Genoveva Huerta y no de otro operador que le había prometido el cielo y las estrellas.
El Tigre Humberto Aguilar Coronado hizo lo suyo, firmó y mostró que estará al lado de Marko.
Ayer en su visita a Puebla Adriana Davila que también suspira por dirigir el PAN nacional tuvo un evento pequeño pero sustancioso.
Se llevó algunas firmas.
¿Quién le operó el evento?
Pufff ¿Lo sabrá Marko Cortés?
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