Por @eljovenzeus
Si la decisión para la elección de los candidatos en Morena es para quien garantice la unidad entre propios y extraños, un personaje, en particular, debería ser tomado en cuenta,rumbo a la presidencia municipal de Puebla, es: Rodrigo Abdala D’artigues.
Momento, no se calienten.
No estamos sugiriendo que él será el candidato a la alcaldía poblana, es más, no lo sabemos, puesto que la lucha ahorita está entre Alejandro Carvajal y Pepe Chedraui, sólo que a decir de algunos militantes quien mantendría un equilibrio entre la clase media poblana y los puros de Morena es el sobrino político de Manuel Bartlett.
Insistimos, no sabemos.
No obstante, Abdala se lleva bien con la base de Morena y se lleva bien con la comunidad libanesa de Puebla y con losempresarios. Quién tiene un perfil que puede acercarse con los comerciantes y empresarios locales y al mismo tiempo con todos los militantes de la izquierda poblana porque fue fundador del partido guida es el ex delegado de Bienestar.
No tomamos en cuenta a las casas encuestadoras porque lamentablemente —no todas, obviamente— desconocemos a qué intereses jueguen y quien les pague, en este momento.Hemos visto que no son tan honestas (no todas) a la hora de hacer públicos sus resultados.
Dice el licenciado Fojaco, que el éxito de un buen político es saber cuándo no va a ser. Cuando no le va a tocar, porque si sólo se va con el canto de las Sirenas, nunca ganará ni el boleto de una tanda o mínimo la dirección de una dependencia.
Lo más difícil, pareciera, no es saber cuándo será el candidato sino cuando no lo será, porque si van a preguntarle a un presidente o un gobernador, todos, condición sine qua non, dirán “adelante, haz campaña”. Lo que muchos interpretan como “estoy contigo, eres mi gallo” y no siempre es así. Sólo es una respuesta de acuerdo al protocolo.
Vayamos a un punto, si la condición para elegir al candidato a la gubernatura es con base a quien asegure la unidad, respete los acuerdos, logre la verdadera operación cicatriz yquien genere menos división interna, esa debería ser la misma cucharada para los municipios y para los distritos locales.
Empero, lo que se diga en una columna no tiene ningún peso específico, no necesariamente es una voz oficial y mucho menos lo que se opine o analice termine siendo realidad. Lo cierto es que Abdala podría (por su perfil) unir a propios y extraños.
Si piensan los de Morena que con cualquiera se gana la alcaldía poblana o creen ciegamente que Claudia Sheinbaum repetirá los votos que logró Andrés Manuel López Obrador, caerían en un ataque de soberbia.
En Puebla capital y la zona conurbada hay un amplio voto anti 4T que ya se dio a conocer en el 2019 y se repitió en el 2021, ¿por qué habría de cambiar para el 2024? La razón por la que Eduardo Rivera ha sido muy cauteloso y aún no pide licencia a su cargo es porque sabe que sin hacer campaña tiene muchas posibilidades para ganar y sino al menos para dar la batalla y ganar la zona conurbada y varias diputaciones locales.
Eso no significa que Alejandro Armenta no esté arriba hoy en las preferencias electorales, pero necesita Morena un perfil que cohesione a sus bases y no que las divida. Ahora bien, hoy por hoy, y no se puede negar, quienes tienen posibilidades son Pepe Chedraui y Alejandro Carvajal, el primero cuenta con grandes apoyos y el segundo es el más identificado con la base de Morena.
Lo aquí descrito sólo es un escenario, ya las definiciones y las decisiones buenas o malas son responsabilidad del partido gobernante.
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