La enigmática fortuna de Enrique Peña Nieto

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“Son señalamientos dolosos”, afirmó el expresidente en una entrevista en la que, sin embargo, dejó más dudas que certezas: ofreció solo dichos.

Los expedientes no detallan la ruta ni el destino de esos 25millones, pero una fuente con acceso al arbitraje aseguró que parte de la suma se destinó para financiar gastos políticos -incluida la campaña presidencial de 2012- y que cada audiencia privada con Peña Nieto se llegó a cotizar en cinco millones.

Por María Scherer

 

El diario económico israelí TheMarker reveló que los empresarios AvishaiNeriah y UriAnsbacher habrían “invertido” 25millones de dólares en EnriquePeñaNieto mientras fue presidente de la República, de 2012 a 2018. La supuesta inversión era un soborno no muy bien disfrazado. Documentos de un arbitraje comercial ante la Cámara de Comercio Internacional describen el dinero como un pago para facilitar contratos durante la administración del priista, entre ellos la venta del software Pegasus, utilizado por su gobierno para espiar a políticos opositores, periodistas y activistas.

Los expedientes no detallan la ruta ni el destino de esos 25millones, pero una fuente con acceso al arbitraje aseguró que parte de la suma se destinó para financiar gastos políticos -incluida la campaña presidencial de 2012- y que cada audiencia privada con PeñaNieto se llegó a cotizar en cinco millones. Esa tarifa habría sido lo que detonó el pleito entre los empresarios: Ansbacher reprocha a Neriah no haberle organizado tres encuentros que, según él, estaban pagados.

Neriah no era un empresario cualquiera. Con credenciales de cónsul honorario de México en Haifa, mantenía una línea directa con LosPinos, aunque PeñaNieto lo niega todo. Asegura que no los conoce, que jamás trató con dichos inversionistas y que no intervino en la contratación de Pegasus.

“Son señalamientos dolosos”, afirmó el expresidente en una entrevista que concedió a CiroGómezLeyva, en la que, sin embargo, dejó más dudas que certezas: ofreció solo dichos. Nada de documentos o una explicación medianamente convincente sobre su patrimonio.

La Unidad de Inteligencia Financiera detectó, entre el 2019 y 2021, transferencias internacionales por 26millones de pesos enviadas desde México a cuentas de PeñaNieto en España. Esto es mucho más de lo que ha reconocido el exmandatario, que le contó a Mario Maldonado que recibía entre 200 y 300 mil pesos mensuales por las ganancias de unos negocios en Atlacomulco que repartía su madre y muy poco para haber adquirido un local comercial en Madrid de 570mil euros y un chalet de un millón, ambos liquidados al contado. A esta cantidad, calculada entre 1.6 y 2millones de euros, hay que añadir el alquiler de una casa en Valdelagua, una urbanización exclusiva al norte de la capital de España, que cuesta entre doce y quince mil euros mensuales, y los vuelos –de placer– a lugares como PuntaCana o Egipto, de otros tantos miles de dólares al año.

Nada en la carrera pública de PeñaNieto justifica semejante tren de vida. Tras doce años en cargos públicos -gobernador del Estado de México y presidente de la República- y sin pensión desde 2018, el mexiquense carece de fuente de ingresos conocida: no aparece en consejos de administración, no dicta cátedras, no cobra conferencias. El contraste con otros expresidentes es elocuente. ErnestoZedillo reportó honorarios por su cátedra en Yale y por los consejos de Citigroup y Procter&Gamble; FelipeCalderón figura en el cuerpo del IESE Business School y en el board de Avangrid; VicenteFox, empresario y conferencista, exhibe sociedades activas en Guanajuato. PeñaNieto, en cambio, solo aparece en fiestas y celebraciones.

Su falta de actividad profesional le ha vuelto en contra la aritmética. ¿Cómo pagó de contado los inmuebles madrileños? Esta pregunta lleva a otra: ¿Por qué la UIF no ha judicializado el expediente abierto en 2022? El mutismo de las autoridades mexicanas -Hacienda, la propia UIF y la Fiscalía General- es tan estruendoso como el silencio de Peña Nieto. Sin ingresos privados verificables y con indicios de sobornos internacionales, su fortuna desafía la lógica patrimonial y la obligación de todo exservidor público de explicar el origen de sus recursos. Si los recursosmillonarios no provinieron de los empresarios israelíes, ¿de dónde sí?

 

María Scherer
Vìa La Politica Online