NO ES PERSONAL…
LA GUERRA QUE SE AVECINA
CAPITULO 15
Entre la “Estratagema” y la “Estrategia”
“De Demóstenes y Alejandro…al refrito del lejano 2010-2011”
Las guerras sin importar quienes la hayan encabezado, sin importar el bando al que pertenezcas, ni tus filias o fobias siempre poseen una estrategia o una estratagema, o ambas.
Desde 2005 cuando un popular Marín había arrasado en su elección de 2004 se percibía como un fenómeno político, el nuevo Juárez decían algunos.
Marín nunca tuvo una estrategia clara, se dejó arrastrar por el momento sin planear a donde iba, y menos que haría al llegar. Decidió gobernar en la comodidad de sus compadrazgos y en la obtusa capacidad de un equipo de “parranderos”. Adulación, dispendio y excesos. Su marca, su historia, su condena.
Para el año de 2010, después del escándalo de Lydia Cacho, Marín políticamente era una paria. Todos los que lo rodearon tenían tufos de corrupción y excesos por doquier.
Moreno Valle lo sabía, aunque también sabía que no poseía capital político para enfrentar al PRI. La institución política del partidazo gozaba de cabal salud, en una guerra de estructuras Marín ganaría sin duda.
En aquellos años, Moreno Valle apostó por adoptar a un panismo dilapidado en torno a las figuras de Fraile, Ana Tere, el Tigre, Regordosa, los mismos que siguen hasta el día de hoy.
Eduardo Rivera para aquella época empezaba a despegar, a pesar de la cerrazón que reinaba en el PAN. Moreno Valle tenía la institución que requería (PAN) y un voto duro, pequeño, pero duro. Lo que le hacía falta se lo dio Elba Esther: el magisterio aceitado como estructura de choque del sistema.
Volvamos al inicio. Definamos que es una estrategia y que es una estratagema.
Una estrategia es una serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado.
Una estratagema tiene una definición menos clara, abstracta y dual; ya que posee recovecos que pueden bien llevarte a la astucia o al engaño.
“Solo no me digas que eres inocente, insulta mi inteligencia. Y eso me hace ponerme colérico”
Michael Corleone
Ejemplifiquemos.
Quien puede olvidar el caballo de troya que nos dio un regalo de la astucia de Odiseo. O la genialidad de Mehmed para cruzar los botes por tierra, en lugar de navegar el Bósforo, para acabar con Constantinopla. Y el nudo gordiano de Alejandro Magno o sus falanges de la batalla de Issos. Esos fueron estratagemas geniales. Todos.
En medio de todos ellos, Alejandro Magno se sigue alzando por encima de todos los hombres de los que existe registro alguno. A los 14 años inició su carrera militar. Usó la “Iliada” como inspiración (búsqueda de su trascendencia) pero a Ciro el grande como libro didáctico militar. Desafió el mundo conocido lanzándose a una campaña so pretexto de la muerte de su padre. Se le reconoció como magnánimo a causa de que devolvió a los reinos conquistados, en su mayoría, a sus pueblos originales. Le ganó a Dario en todos los terrenos incluso en los afectivos-familiares. Lo fulminó de toda historia.
Mientras en Atenas Demóstenes, uno de los más grandes oradores, según la historia; emprendía desde tiempos de Filipo II una campaña de intrigas que continuaría durante el reinado de Alejandro.
Incluso el único registro que se tiene de una participación suya en un frente de guerra fue contra Alejandro ¡Sin Alejandro! claro pues jamás lo consideró digno de su atención personal. Huyó derrotado.
Demóstenes no se cansó de acusar de tiranía a Alejandro e inició una guerra propagandística contra el macedonio.
Se alió con los persas, que habían esclavizado a los atenienses por siglos. Convenció con engaños a los tebanos de traicionar su pacto con los macedonios. Persuadió con más mentiras a los atenienses del peligro de Alejandro. Nunca el Magno pisaría Atenas. Todo lo bien construido por Demóstenes fue dilapidado por sus fobias.
La historia le dio a Alejandro Magno un espacio milenario en los anales de la historia. Demóstenes es famoso por Don Gato y su pandilla. Nadie lo recuerda. Sin importar tu gusto o disgusto por la historia, conoces a Alejandro Magno y al Demóstenes de Don gato, no al otro. Eso lo resume todo.
Demóstenes demostró tener una fijación casi absurda contra la empresa macedonia, sentía que le robaban el protagonismo a la Ciudad-Estado y se creía podía ser el nuevo Pericles.
En este ejemplo queda claramente expuesta la diferencia entre astucia y engaño, entre objetivos trascendentes y vacuos. Entre estrategia-estratagema versus propaganda-demagogia.
En lo mundano y menos trascendente ¿quién recuerda a Mario Marín y su origen humilde, que con esfuerzo y trabajo alcanzó la máxima magistratura de Puebla? ¿Quién recuerda a Calderón y Moreno Valle sacando tarjeta roja a Marín durante sus campañas? NADIE.
Pues todos esos engaños también son estratagemas, un simple ardid.
La diferencia sustantiva radica en el “fin determinado”. Unos engañan con el único fin de hacerse del poder ¿Para qué? Solo para obtenerlo.
De Barbosa ya no hablamos está claro que le regalaron un flan… y jamás cuajo. Lo inimaginable fue capaz de convertirlo en un reto insuperable. Hacer un buen gobierno sin oposición…se la inventó.
Esta crisis política lleva 16 años cocinándose a fuego lento en el horno de la desidia. Una política de desfalco, de objetivos unipersonales y mediocre. Por eso no existe una clase política con objetivos trascendentes, jamás se formaron cuadros, de ahí la absurda, aunque real, afirmación de Soprano sobre los “juniors” seniles.
La ecuación no es complicada, parece, pero no lo es.
Hay que verlo como lo que la política es en realidad: Expectativa versus realidad. Cuando generas altas expectativas con realidades tan alejadas de la anterior, la decepción recurrente es inevitable.
Eduardo Rivera como el candidato natural de la oposición decidió agazaparse, hundirse en un mundo muy suyo donde cree que replegándose va a ganar algo que no sea la ignominia. Igual que sus panistas ancestros antes de Rafael son “acomodaticios”, carecen del hambre que algunos exceden. Tiene la esperanza de que MORENA implote, AMLO nunca va a permitir que se pierda Puebla en contra de su sucesión. Su esperanza está basada en que pierda el hombre más popular de Puebla…AMLO. El puro estilo del panismo poblano incipiente de siempre.
Hablar de alguien más que no sea Blanca Alcalá sería ocioso. El PAN cree que le toca Puebla y la única competencia real de la oposición es la ex embajadora del PRI y no se asoma.
El fraticidio de MORENA no tiene igual, se antoja como la verdadera elección antes de la elección. Claudia Rivera, Ignacio Mier, Julio Huerta y Armenta. Todos en una carnicería que deja en evidencia que el pegamento político de ese partido es uno, y no está en medio de ellos. De esa fractura puede salir de todo.
Armenta, del que se ha escrito demasiado, con la reciente exhibición de uno de sus hombres de mayor cercanía y confianza: “choco” Marín es imperdible. El sobrino de Marín, otro “junior” Soprano, es “el incondicional del senador”. Todo mundo sabe de sus disfraces de marcas enteras (Gucci, Hublot, etcétera). Y ahora…
¿Amasó una fortuna vendiendo pescado? ¿De humilde carpintero? o ¿De su sueldo en el Senado?
Seguramente logró que el tío Richie Salinas le diera en Elektra 6 mil meses, y sin intereses, para pasearse en su R8 y hacer “rugir” a todo Puebla.
Todos los días las focas morenistas repiten hasta el hartazgo las tablas mosaicas de AMLO. No mentir, no robar, no traicionar…estratagema gastada y que ya nadie cree.
Es un hastío escuchar diario lo mismo, ver los mismos retweets de AMLO como suyos. Es una interminable demagogia carente de forma y fondo.
Así que…nadie se acordará de nada de lo que se promete, ni de lo que se dice, ni de lo que se declara. Menos de quienes lo hacen. Son los mismos “juniors”, las mismas mentiras y el mismo ardid.
Al igual que Demóstenes les espera el cementerio de Don Gato y su pandilla. Porque en esta campaña aún no se ve nada que no sea una bola de changos queriéndose colgar de la misma liana.
Por eso tendrá que llegar papá AMLO a salvar el día y poner orden… ojalá y comprendan que… “No es personal solo son…negocios”