César Jesús Quintero Vargas
Como hemos atestiguado a lo largo de varios años, el deterioro respecto a la vialidad en el Estado de México se agrava día con día, debido a múltiples factores que ocasionan un conducir peligroso al momento de transitar por las diversas carreteras o calles de cada una de las enmarcaciones municipales en la que habitamos.
Todos contamos con alguna experiencia negativa, la cual nos ha generado un estrés y ansiedad constantes al momento de manejar nuestro automóvil. Constantemente nos vemos envueltos en conflictos y riñas por la falta de educación vial, propiciado por nuestro constante interés en quebrantar las reglas. Es por ello que he decidido argumentar algunas de las causas de esta situación tan negativa y unas posibles soluciones para tales acontecimientos.
- La falta de conciencia vial o imprudencia.
A nadie le resulta extraño este factor, todos en la mayoría de las ocasiones lo hemos incentivado, aunado también a la imprudencia y violencia con la que se desenvuelven las relaciones de vialidad por todo el Edo. Méx. A continuación, les voy a señalar diversos ejemplos de lo que este factor representa y en lugar de estar avergonzados, debemos comenzar a enmendar esos errores.
– Empecemos por lo más sencillo, no obedecemos las señalizaciones básicas de vialidad, tal como lo es un sentido contrario, los límites de velocidad o el cruce 1×1. Incluyendo el estacionarnos en doble fila o transitar por las vías no concedidas para vehículos automotor.
– Desconocemos las reglas sencillas de manejo, como lo es la utilización de las direccionales, los intermitentes, las luces altas, el manejo en carriles de alta y baja velocidad; añadiendo a la lista la cosa más simple del mundo: el uso del cinturón de seguridad.
-La constante agresión y violencia con la que respondemos ante la corrección de alguno de estos tópicos por parte de otro ciudadano.
La solución: Desde hace mucho tiempo he tenido la proyección de un nuevo reglamento de vialidad, en la que se establezcan multas mínimas pero condicionadas ¿A qué me refiero? en el caso de cometer una infracción de vialidad, la cantidad económica debe ser de fácil acceso, pero con la condición de recibir un curso de vialidad de tiempo limitado (ocho días, habilitando horarios en razón de horas laborales) con el objetivo de mejorar los conocimientos viales para los automovilistas. Además de establecer constantes puestos y casetas de vigilancia de elementos policiales.
y con ello llegamos a la segunda problemática.
- La corrupción de los elementos policiales.
Esto a todas luces conocido por todos los miembros de la comunidad mexiquense, ya que nuestros elementos se han visto infectados por este cáncer que carcome todas las instituciones de nuestro país, aunque yo puedo considerar una causa de ello, los limitados recursos que se destinan a los mismos policías y los salarios precarios con los que tienen que sobrevivir el día a día.
Las mordidas son un problema incesante en nuestro andar diario, pero como lo he reiterado en diversas charlas con amigos y conocidos, el mal no solo es cosa de uno sino de ambas partes, los ciudadanos también hemos contribuido, con el fin de no asumir las responsabilidades al cometer una infracción de vialidad, como dirían por ahí “los mexicanos somos valemadristas”, lo cual no considero del todo cierto, pero creo firmemente que el mexicano es desobligado e indisciplinado.
La solución: Un cuerpo de elementos policiales completamente capacitados en los tópicos de vialidad y tránsito, teniendo cursos y capacitaciones constantes para que el mismo no cometa actos de corrupción, parece fantasioso, pero así debe de funcionar.
También debemos de abogar por un incremento sustancial en sus salarios, ya que los mismos recurren a la “tranza” por la falta de ingresos que perciben, además de la creación de comedores para los mismos elementos, gimnasio y prestaciones de ley.
Ahora ¿de verdad esto ayuda? Si, aunque también hay más propuestas al combate de la corrupción, como lo es la implementación de video cámaras a las patrullas, con el fin de corroborar las infracciones, así como el buen actuar de los policías frente a los ciudadanos. Si una multa se efectúa fuera de foco, será tomada como invalida, además de un sistema de administración y emisión de multas.
- Las motocicletas.
Vaya, este sí que es un problema de gravedad del cual todos hacemos oídos sordos. El uso de los vehículos automotores de dos ruedas han sido una solución económica para la movilidad de los habitantes, hastiados del transporte público y su saturación y de los conductores de automóviles cansados del tráfico y congestión vial constante.
Pero los mismos no tienen el conocimiento vial suficiente para transitar por las vías, ya que muchos de ellos circulan sin licencia de conducir y, sin las medidas pertinentes de seguridad como lo son el casco y evitar la saturación en los tripulantes de mencionado medio de transporte. Llegando inclusive, de forma irresponsable, regalar motocicletas a menores de edad, los cuales son imprudentes a no más dar. ¿Cuántas veces no hemos discutido con alguno de estos personajes? Es diario este malestar y voy a enumerar algunas situaciones que comenten de forma imprudente (y si los corriges todavía se enojan)
- a) Transitan en sentido contrario.
- b) Usan las banquetas destinadas a los peatones para circular.
- c) Rebasan de forma imprudente por las laterales sin respetar las direccionales o el flujo del tránsito y su señalización.
- d) La no utilización del carril completo de circulación.
- e) La circulación por la línea divisoria de los carriles y por los acotamientos.
- f) Tránsito de vehículos a baja velocidad en carriles destinados a alta velocidad.
Y podemos seguir enumerando las constantes faltas a los reglamentos de vías de comunicación, pero el texto en su intención es ser breve.
La solución: La modificación del reglamento de vialidad para el Estado de México, añadiendo multas más severas, incluyendo la obligación de recibir cursos y capacitación (la multa condicionada) para el mejoramiento de sus conductas viales para poder acceder al pago de la multa, prohibir la circulación de los conductores de motocicletas cuando no cumplan con los estándares básicos de seguridad e integridad (uso del casco, para empezar). Además de eximir de responsabilidad a un conductor cuando se demuestra que el siniestro fue ocasionado por la imprudencia de un motociclista, pero sería la última instancia, si la prevención inicialmente planteada no funciona.
- Las combis o el caso del transporte público.
Un tema bastante complejo y que incluye muchos intereses, pero no hay interés más grande que el bienestar público. Entiendo que el esquema laboral de los choferes de transporte público es muy precario y de verdad que lo comprendo, pero no es razón suficiente para justificar los constantes agravios que cometen día con día.
Si tuviéramos que señalar todos los defectos que poseen, sería una discusión sin fin, de la cual no llegaríamos a soluciones concretas, pero si especificamos y delimitamos, podemos acercarnos a una resolución más efectiva. Algunos de esos problemas son los siguientes:
- El uso indebido de las vías de circulación: somos testigos de lo siguiente, la alza y bajada de pasaje en lugares que no están destinados para lo mismo.
- Checadores en medio de los carriles de circulación, pudiendo generar siniestros, además de su uso de violencia cuando se señalan las faltas de los transportistas, ya que los mismos realizan sus actos de conteo en medio de la calle.
III. Conductores en estado de ebriedad o utilizando enervantes durante su horario laboral.
- La imprudencia y agresividad en el manejo, no respetando los límites de velocidad para el transporte de ciudadanos.
Bueno, eso solo son algunos puntos, muy pocos, a decir verdad, de lo cual destinaremos un blog para tratar todas las problemáticas que envuelven a los transportistas. Pero que no todo lo hacen mal, pero por todas aquellas imprudencias se les han generalizados a todos bajo estos conceptos, es por ello que debemos enmarcar algunas soluciones intensivas y de urgencia.
La solución: Se deben de establecer las paradas correspondientes para la subida y bajada de personas, para que con ello se evite la congestión vial, evidentemente ahí podrán residir los checadores, generando multas ejemplares para los choferes y personas que realicen estas actividades en los lugares no destinados a sus necesidades. Exámenes necesarios para la acreditación de choferes, si no se cumplen los reactivos necesarios no podrán acreditarse como tal y por consecuencia, no conducir vehículos con estos propósitos.
Tal y como lo ha establecido el gobierno estatal del Edo. Méx., los exámenes toxicológicos constantes para evitar que los transportistas manejen en estados inconvenientes. Además, de multas severas para todos aquellos choferes que realicen actos que contravengan el reglamento de vialidad.
Me gustaría extenderme más en este tema, pero cada uno de los factores merecen su trato especial y se le irá dando para mejorar nuestro entorno social. No me queda más que desearle a mis lectores que se cuiden, respeten las normas y no caigan en pleitos por ganar un lugar, más vale el bienestar que unos segundos de más. Es necesario generar conciencia vial desde las escuelas, pues muchas personas menores de edad ya hacen uso de vehículos automotor, y los mismos generan varios siniestros viales.
Es momento de un cambio de conciencia y lo podemos lograr cuando comprendamos que el rojo es alto y el sentido contrario es una señal que debemos respetar sí o sí.
Qué Dios me los bendiga a todos.
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