Todos los días hay reportes viales que dan cuenta de que, a los automovilistas en Puebla, sea transporte publico o privado, les vale un pepino la ley.
El motivo es simple: el transporte publico tiene acuerdos y el privado, siempre llega a acuerdos.
Hace unas semanas un grupo de agentes viales le escribieron a Consuelo Cruz, flamante secretaría de seguridad ciudadana.
El motivo: exponerle la corrupción que impera en el área.
Hasta el momento no los han recibido, Consuelo anda ocupada pidiendo calaverita y recogiendo lo suyo.
Las anomalías son varias, según ellos tienen pruebas de los negocios sucios: fotos, videos y audios.
Venta de plazas, como la de Gamaliel, quien pagó 50 de los grandes por tener un cargo de primer nivel.
Protección a transportistas, como lo hace Fentanes en el paradero de San Felipe, quien cada semana recibe lo suyo y cuando se atrasan, manda operativos para recordar que lo pactado no ha llegado.
Lara Cardozo y Martínez Aguilar, son dos elementos que también tienen pacto con el transporte ¿A cambio de? ¿Y por cuánto?
Mujeres policías que a cambio de ser cariñosas les permiten faltar o estar en servicios sin riesgo alguno, mejor aún, si son más cariñosas les pagan lipos y aumento de senos, con el dinero de la extorsión al transporte.
La hermandad tampoco se ha ido, el comandante Cespedes es amo y señor de la base de villa frontera, quien fue impulsado por los hermanos ‘Balderas’ para que a cambio de dinero se hiciera de la zona. Cespedes ha sido enfrentado por sus propios elementos y un par de esposos ofendidos le han reclamado el acoso sexual a sus mujeres.
La venta de exámenes para ascender también es un negocio, una convocaría reciente, fue un fracaso total, nadie pasó el examen y los lugares serán asignados con el tradicional método de usos y costumbres, es decir con cash.
Las patrullas nuevas que se entregaron recientemente fueron un verdadero negocio, cinco mil pesos de entrada y una renta mensual a quien quisiera estrenar y no andar a pie.
Cuando el transporte público se ve envuelto en un accidente vial, desde las oficinas de tránsito se “desarreglan” peritajes a fin de que los casos se caigan; se da información sobre el curso de las investigaciones y datos personales de los agraviados por si es necesaria la intimidación.
De todo lo anterior están enteradas dos mujeres que en clave se hacen llamar: Relámpago y Venus.
¿Quiénes son ellas?
Relámpago es: María del Rayo Polo, directora de transito y movilidad.
Venus es: Verónica Zabalegui, subdirectora de tránsito y movilidad.
Según los policías ‘Revoltosos’, ellas reciben lo suyo y un poquito más, sus subordinados son esplendidos con ellas y les cumplen antojitos y caprichos.
¿Cuál será el motivo por el que Consuelo Cruz no recibe a los quejosos?
Piense mal y acertará.
Los inconformes ya buscaron al alcalde.
Tampoco han obtenido respuesta.
Ni la obtendrán, Lalo Rivers está ocupado, la vida se le va entre comer bien y su campaña.
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Columna ficción