Don N, un molito y un par de caderas en Tehuacán

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Hace unos días Don N se llevó a toda la mafia poblana a Tehuacán, la intención: dar por inaugurada la temporada de Mole de Caderas en Puebla.

Una tradición poblana que data de cuando los hacendados de hace un chingo de años traían desde guerrero, pasando por Oaxaca hasta llegar a Tehuacán,  una manada de Chivos que venían al matadero. Los huesos se los daban a sus sirvientes quienes hacían un caldo con una mezcla de chiles. Pero eso es otra historia.

Conozco varios poblanos que le hacen fuchi al caldo pero presumen en sus redes el primero y el último de la temporada.

Recibí mi invitación un par de días antes.

Tendré que madrugar (pensé) y es que la cita era a las 10 y este sexenio por cuestiones de seguridad está prohibido viajar en helicóptero (me vaya a castigar diosito).

Llegó el día.

No pude madrugar.

Me desperté a las 9, un regaderazo, un poco de loción y busqué a mi amigo el Golden boy (un abogado que mueve dinero del narco y posee un par de helicópteros)  volé rumbo a la ciudad de las granadas.

El evento parecía una verdadera fiesta del pueblo.

Música de banda.

Demasiados guaruras.

Demasiadas camionetas.

Demasiadas secretarias.

Un extremista enemigo de la 4T local hubiera dejado huérfano de políticos a los poblanos, si lo hubiera decidido.

Todos alineados: Sergio, Héctor, Lalo, Martha, Olivia, Lilia, Pepe, Biestro y toda la burbuja que en corto se hacen llamar los: Nene Boys.

El momento más conmovedor fue cuando Don N tomó la palabra y dijo: ‘El mole de caderas se hace con chivo y no con borrego’, en ese momento se oyó un coro ‘ beeeeee, beeee ‘ y el aplauso a rabiar.

Al finalizar el evento Don N me llamó.

Nos dimos un abrazo de caguamo.

-Mi Tonny, no me despreciaras el caldo de chivo.

-Claro que no pero prefiero llevármelo y compartir con mi Lolita, hoy estoy crudo y el estómago me explota.

El Don Tronó los dedos y un diputado llegó con algo que llaman itacate: Una cubeta llena de caldo, un canasto de tortillas a mano y un cartón de cervezas tibias que debían saber a miados.

Un par de secretarias de la marranera me ayudaron con las canastas.

Tenían buen ver: movían las nalgas al ritmo de la tambora que tocaba ‘que chula es Puebla’

Me despedí del Don.

Busqué a mi chofer y le pedí me llevara al helicóptero.

Las mujeres protestaron cuando la nave se elevó sin bajarlas.

¡Don Tonny, Don Tonny!

Las tomé por su frondosa cintura y les dije: Ven esa botella, se produce en Hungría y se llama Royal Tokaji y en el mercado negro la compré en 20 mil dólares, es decir lo que valen 100 camiones de caguamas con todo y tráiler, pa que me entiendan y se la van a beber conmigo.

Las mujeres cambiaron su semblante.

Ese par de caderas estuvo sensacional.

Y aunque no fue la mejor comida porque carne y pescado cortan la vida, lo que en verdad importa es el amor y el dinero.

Amor para recrear y dinero,  porque es mejor follar en una avioneta que sobre una banqueta ¿a poco no?

 

 

El Chain-Gate

Hace bien el alcalde Pérez en no entregar la cabeza de su gente por escándalos mediáticos.

Hacerlo significaría mostrase débil ante los embates tuiteros.

Por hoy los enemigos de Chain tendrán que comer un plato de hígado, hate y bilis.

El golpeador goza de cabal salud.

 

Arabian a limpia.

Otro acierto de Pérez es haber nombrado a Arabian al frente del Organismo de limpia.

Si en algo es experta es en el manejo de residuos y la caceria de ratas.

 

 

 

Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny

Columna ficción.