La salida del Castaño del Penal de Durango no será de manera inmediata.
Como todo parto lleva sus tiempos, pero está punto de ver la luz.
¿Qué llevó al Castaño a Durango, si las fallas en su expediente no tardarían en ponerlo libre?
Se sabía el jefe y gozaba de beneficios.
Pero cometió un error, se dejó ver en navidad y eso le costó ser enviado a las mazmorras duranguenses.
Un lugar que tiene muros de hasta diez metros de altura, al menos 12 torres de vigilancia, más de 50 cámaras y celdas con barrotes de acero de alrededor de una pulgada de grosor.
Lejos de sus enemigos.
Los abogados del Castaño ganaron un amparo que lo coloca con medio pie fuera.
Los enemigos de Don N festejan el aparente error.
Don N festeja el cerrar un negocio más.
Quizás este capitulo de la picaresca poblana pueda ser incluido en una serie llamada ‘La ley de Don N’
Una serie que daría mucho de que hablar y por supuesto mucho cash.
¿Cuándo llegue el momento de salir de prisión qué hará El Castaño?
Los CastañoLovers en su éxtasis dicen que cobrará venganza contra Don N.
Error.
El también llamado brazo ejecutor del Sr de los cerros, buscará eso que se llama tranquilidad.
Buscará paz y una casa en una playa.
Vivirá por un buen rato el destierro que siempre es preferible al encierro o al entierro.
Después tratará de lavar el dinero sucio que hizo en el morenovallismo.
Pondrá negocios y activará un par de factureras que le servirán para justificar el dinero del que vivirá.
Usará algunas grabaciones que guardó para joderle la vida a quienes lo traicionaron y mordieron su mano.
Pateará y escupirá a quienes lo vendieron.
Aquí caben: políticos, amantes, periodistas, empresarios, falsos amigos , ustedes tienen los nombres.
Volverá a buscar un par de amantes que no ha podido olvidar.
Queda claro que Don N y el Castaño son hombres que conocen el sabor del poder.
Apuestan a ganar.
Pocas veces pierden.
Por supuesto que los dos terminarán ganando.
Don N y El Castaño son hombres de negocios que usan la política para hacer cash y más cash.
La justicia, el poder y el dinero, son plagas que se alimentan entre si, no lo olviden.
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Columna ficción
