Sin duda la Nay es todo un espectáculo.
Recuerdo cuando habló de la chichi amamantadora, también cuando acosó a una mujer víctima de violencia intrafamiliar y el día que llamó “putita” a una niña en su programa de radio.
Sus escándalos como política son una joya.
Baila tik-tok
Promovió la ley anti memes
Y el día que llamó a fumar marihuana en casa mientras escuchan a The Doors.
Hoy le llaman #Ladymontajes
Le dicen así porque contrató unos pésimos extras para que fingieran aventarle harina.
Todo salió mal y luego se volvió peor, la mujer trasmitió por redes sociales, metió la cabeza al chiquero de los marranos, al excusado de una cantina y fue sacudida.
Ninguna feminista se sororizó al contrario más de una se horrorizó.
¿Cuánto habrá pagado la Nay para esa chamba mal hecha?
La estrategia no era mala.
Lo malo fueron los actores.
Pensé: los mejores días de la Nay han pasado.
Perdió la gracia y el cachondeo.
Dejó de ser sexy y atractiva.
¿En dónde está la reina de la radio, la que se autodenominaba ‘la chichi amamantadora’ cuando echaba trago? ¿Sus amigos? ¿A dónde está la mujer que un día enfrentó a los Montero?
La Nay me buscó después de haber enfrentado las redes sociales.
Mi Lolita abrió la puerta y Nay entró llorando.
Se lanzó sobre mi pecho y no dejaba de llorar.
Me contó todo.
Lolita sirvió unos tragos.
El ambiente se relajó y yo sentí el calor de ella.
Lolita me miraba como demonio.
La Nay me explicaba lo de la chichi amamantadora.
Luego me contó lo de la mariguana con música de los Doors
Tres pomos después bailábamos tik tok
Al final: Lolita, la Nay y yo nos llenamos la cara de polvo como si fuese harina.
Mandamos ALV (A las vegas) a los críticos de las redes sociales.
Hicimos cuentas y supimos que 69+18= es fabuloso.
Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny
Periodismo ficción
