El Informe de River´s, como una fiesta de quince años.

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El informe de Lalo River´s bien podría contarse como si fuera una fiesta de quince años.

Gente bañadita y perfumadita. Altivas y solemnes, las mujeres con sus zapatillas nuevas y unos vestiditos que dejaban ver un buen trabajo de gimnasio y un buen bisturí, no faltan las gordas que, aunque llevaban faja, la lonja les escurre por sus caderas

La festejada feliz: Es su día, su momento y a pesar de ya no ser virgen y tener su vida hecha un verdadero desmadre, nadie le dirá nada y todos tienen que hablar bien de ella.

Los padres de la quinceañera con lágrimas de emoción: Cual Yunques, ven en su hija a la nena que está a nada de llegar al altar de la marranera.

Su hija podrá ser todo: tonta, sumisa, abnegada, pero con una virtud: la obediencia.

El padrino: insuperable, con un discurso emotivo y alentador. Resaltando las virtudes de la ahijada: ‘Te conozco desde que naciste’, ‘Te he visto crecer’ ‘Tienes las virtudes de una buena mujer’

Los chambelanes con camisa blanca, zapatos bien boleados y el cabello en su lugar. Cada uno de ellos presumiendo anécdotas personales con la festejada.

Es una fiesta tradicional de quince años.

Tiempo de vals en las bocinas

Pero que pasa realmente por la mente de los asistentes a la fiesta.

La festejada: Sin duda esta harta, sabe de la hipocresía de cada uno de los presentes. Sus papás la acaban de regañar, el padrino le dijo que estaba bien rica y un chambelán se la quiso tirar en los baños.

Los Padres: Saben que su hija es tan tonta y ligera, que en una de esas sale con su domingo siete, la han preparado tanto, pero, temen que termine enredada con el vecino de enfrente que es un viejo rabo verde.

El Padrino: Solo espera que la ahijada crezca un poquito más, él le enseñará de la vida y si se puede, le ayudará a conseguir chamba, total, la ahijada no es fea.

Los chambelanes: Bailan con la quinceañera, le dicen que es la más hermosa y que estarán con ella hasta la muerte.

Los demás invitados hacen el ritual de la víbora.

Critican los vestidos de todos.

Saludan efusivos y cuando dan la espalda tuercen la boca.

Se toman selfis que van a parar a sus redes sociales como símbolo de estatus.

Se llevan los floreros de la mesa

Algunas se ligan al mesero.

Otros le mandan mensajes a sus amantes: ‘Te ves bien buena’, ‘lastima que vienes con tu esposa ‘-les responden-

Y así termina una reseña más de lo que es la vida en este pueblo: llamado Puebla.

#Corrijamoselrumbo

 

 

Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny

Columna ficción