Hace un par de días el guardia de la caseta me dijo que en la puerta estaba una persona que decía llamarse Meli, que quería verme.
Dude en dejarlo pasar y es que no me gusta convivir con los muertos. Están llenos de energías negativas, chillan por todo y quitan el tiempo.
Pero lo escucharía, “Qué pase” dije
Cuando vi a Meli sentí una mezcla de tristeza y repulsión.
Olía a petate mixteco de tanto fumar.
También olía a pasuco y es que por lo menos tenía 4 días sin bañarse.
Su barba le había crecido al estilo chi-no y era la viva imagen de la desgracia.
Meli intentó darme el abrazo de caguamo.
Comencé a toser como quien tiene COVID mezclado con la viruela del Mono.
“Hay que cuidarnos Meli, de lejitos es mejor” y le ofrecí saludarnos de puño.
Meli iba sensible.
Abrazó uno de los cojines de mi sala y comenzó a llorar.
“No fui yo, Tonny, te lo juro que yo no fui…”
“Me tendieron una trampa”
“Todo es una vil mentira”
Mientras Meli lloraba recordé al mocha orejas, a la mata viejitas, a Ríos Galeana, al estrangulador de Tacuba, a la degolladora de Chimalhuacán y al caníbal de la Guerrero. Criminales con honor, que nunca negaron lo que fueron.
Recordé a Patjane, a Memo Arechiga, al Dr. Arango, a Paco Romero y al Dr Tocino. Todos ellos hoy presos y con menos suerte que Meli.
Meli seguía llorando.
“Yo era la corcholata favorita”
“Soy fundador de MORENA”
Repetía como loro.
Me serví un whiski y prendí un puro.
Los berridos de Meli ya me estaban cansado.
Recargué las cenizas de mi cohiba en su mano. Y entonces le dije:
Basta Meli, deja de llorar
Mordiste la mano de quien te dio de comer casi cuatro años.
Desde que entraste a la mafia que no roba, no miente y no traiciona, hiciste lo contrario.
Hiciste negocios.
Formaste un cártel que se dedicó a saquear la dependencia.
Colocaste operadores políticos que cobraban en la nómina, pero trabajaban para ti.
Hay mujeres que dicen que les pediste “aquellito” a cambio de…
Pero eso es lo de menos.
La 4T puede perdonarte el robo, pero no la traición.
Los sabuesos de la marranera están documentando:
Las veces que te viste con Nacho.
Las veces que le diste información.
Están rastreando todas las llamadas que hiciste el último mes y la auditoría revisará a cada maldito proveedor al que le hayas firmado un contrato.
“No me encontraran nada” dijo lloriqueando.
Eso crees, tu compadrito Gallinas, el checo, Toñito, Coral y la que tiene nombre de equipo de futbol, están dispuestos a hablar. -le recalqué-
“¿Qué hago Tonny, aconséjame”
Te daré dos consejos, muchacho:
Mueve tu trasero de mi casa y toma un vuelo al rancho de Cabecita de algodón (La Chingada), de lo contrario prepárate para abrir una escuela en San Miguel.
Meli salió corriendo de mi casa, dejando en mi fino sillón de piel su asqueroso aroma a pasuco.
Para los hombres ambiciosos y sin códigos, es fácil traicionar a su amo, se ciegan y no perciben las puertas del infierno, hasta que ven sus pies arder.
Yo le marqué a una de mis Lolitas para que viniera a desinfectar la casa y de paso a darme un masaje reparador y así quitarme las malas vibras que me había dejado “El Meli”
Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny
Columna ficción