Si usted tiene un jefe de prensa que desdeña las redes sociales, dígale que está bien… añejo.
Hoy en día no hay nota de ocho o dato duro que no haya pasado el tamiz de ‘equis’, de Facebook, de IG u tik tok.
Ayer se celebró el día de la prensa.
Estaba verdaderamente astroencabronado para ponerme a reflexionar sobre esa ‘quimera’ que políticos y periodistas celebran.
Los periodistas de hoy en día (no todos) se han ido desvirtuando y perdiendo en el camino, los que no lo hacen: ni quien los tope.
A veces juegan a ser Dios, de pronto se sienten fiscales y peor aún: dictan sentencias, otros han dejado el periodismo para convertirse en sicarios a sueldo, algunos en viles focas, otros más en empresarios que sueñan con facturarle al poder, también hay quienes mezclan sus fobias y filias con su labor y terminan siendo activistas.
Decía el maestro Bastenier: “El mejor periodista es un investigador, pero ni policía, ni juez. Documenta e interpreta el caso, y ahí acaba su función”.
El periodismo de hoy tiene su influencia en las redes sociales, hay quien dirá que no, sin duda tendrá su análisis y será bueno, pero para los años 80´s.
Si usted tiene un jefe de prensa que desdeña las redes sociales, dígale que está bien… añejo.
Hoy en día no hay nota de ocho o dato duro que no haya pasado el tamiz de ‘equis’, de Facebook, de IG u tik tok.
En redes los columnistas se vuelven francotiradores y los políticos se esconden tras perfiles falsos para soltar su odio en contra de sus enemigos, los seguidores de estos se onanizan ante sus tuits y columnas.
En Puebla como en todo el planeta hay un sector de periodistas que están al servicio del poder, son duros y presumen ser ‘influencers’, algunos denuestan a los que tienen 100 seguidores y cuando carecen de argumentos recurren a la RAE (si bien es cierto, escribir bien es uno de los principios del quehacer del oficio, pero también no escribir mentiras (mamadas, pues) es otro principio).
Unos más ante su falta de creatividad y con tal de llevar unos pesos a su mesa terminan haciendo de sus publicaciones un asunto personal y atacan sin piedad a los enemigos de sus amos; los descalifican aprovechando esa imperceptible línea que separa la libertad de expresión con la embestida.
Diría un poeta libanes: que asquerosidad es todo esto.
El efecto que han conseguido es demoledor y es que no abonan a la comunicación y mucho menos a la información, su consecuencia es la de polarizar aún más la discusión pública.
El poder también hace lo suyo.
Los dueños de los poblanos se vuelven de piel delgada y no soportan la mínima critica.
‘El precioso’ embistió a la prensa.
‘El Sr de los cerros’ también hizo lo mismo.
‘Don Nene’ ni se diga.
‘Doble Ese’ también cayó en esa tentación.
Y ‘Doble A’ también hace lo propio.
Sus empleados dirán: No es cierto Don Tonny, usted difama e injuria.
Bahh
En fin.
Así se celebra el ‘día del periodista’ en Puebla.
No estoy en contra de nada, me valen tres hectáreas de lechuga y pepino lo que escriban, pero me provoca risa: ‘El mame’
Creo que es hora de racionalizar las felicitaciones en este día y dejar la hipocresía para mejor ocasión.
Yo fui anoche a festejar con una Lolita la libertad de expresión, se excedió: gritó de todo.
Puff
Mi cuenta en equis: @soprano_tonny
