La marcha y cosas peores…

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Escribe: Tonny Soprano

La marcha de estudiantes en Puebla presagiaba un apocalipsis zombie.

Asistí por dos motivos muy fuertes:

1: un pequeño grupo de dealers está vendiendo ‘mercancía’ a mi nombre.

2: Una estudiante de medicina (nueva lolita)  vive sus mejores días y noches conmigo.

Decidí no sacar mi Bentley Bacalar que me regaló un funcionario que acaba de ser desempacado de EDOMEX.

Pedí un UBER y  nunca llegó pero el HDP pero bien que me cobró.

Busqué un taxi de los negros con amarillo y ni sus luces.

Llamé a mi vecina quien se negó a llevarme y es que el espíritu feminazi la ha invadido estos días de marzo. ‘Ni madres Tonny, contigo ni a la esquina. Eres un pinche macho opresor y acosador’ -me dijo al ritmo del ‘violador eres tú’-

No tuve más remedio que buscar en mi cartera una tarjeta del RUTA  que hace meses había dejado mi lolita en el asiento de mi auto.

Mi suerte fue peor y es que después de soportar los olores del RUTA, esté me dejo a kilómetros de mi destino y es que las vialidades estaban cerradas por todos lados.

Caminé unas calles.

Sin darme cuenta estaba metido en medio de la marcha.

No tuve más remedio que ir gritando a coro: justicia, justicia…

En el trayecto escuché de todo.

Un par de estudiantes querían escribir una pancarta en donde pedían pena de muerte para los homicidas y al funcionario que se hiciera wey en la aplicación de la ley.

Una académica de la UPAEP que llevaba una blusita transparente repartía estampitas del Sr. de las Maravillas y nos decía que rezáramos también.

Una alumna de una universidad fifi no dejaba de tomarse selfies.

Un tipo pasaba lista de asistencia a los alumnos.

Un reportero lloraba desconsolado y es que en la marcha le habían robado su celular.

Una periodista fingía pasar su nota  al aire pero en realidad se la pasaba a un funcionario de medio pelo.

Las orejas de la ‘marranera’ también estaban ahí. Como siempre: discretos.

Unos rectores marchaban a fuerza. En su rostro se veía el miedo.

Pero más allá del folclor, había un acuerdo central entre todos: Los ahí presentes marchaban por una puebla segura, sin violencia y sin impunidad.

Por un momento deje mi papel de cómplice del crimen y de macho alfa. Me convertí en un ciudadano más. Pues las ganas de recuperar la tranquilidad en esta ciudad, la posibilidad de mitigar la soledad de quienes han perdido un cercano o han sido asaltados. Y poder caminar con ellos para decir de una manera silenciosa CHTM a un sistema lleno de políticos soberbios, diferentes e ineptos, me motivaba.

Todo esto le dio sentido a viajar en RUTA y caminar soportando el maldito rayo del sol.

De pronto vi a los ‘dealers’ que vendían a mi nombre.

Los tipos me desarmaron: ‘Haga ‘parito’ Don  Tonny, mañana nos busca y si nos encuentra nos chinga’ –dijeron en coro-

-Lárguense antes de que me arrepienta –les grité-

Revisé las redes y la marcha era una locura.

Solo algunos ‘paleros’ del sistema publicaban que ‘Moreno Valle  y el cantante habían robado millones de pesos del erario’.

-Pinches pseudoperiodistas arrastrados,  ¿Quién asesora a Don Nene? filtrar a la prensa ‘servil’ la corrupción del moreno-galismo, es poca cosa, cuando se tiene en la calle a  miles y miles de estudiantes reclamando #niunabatamenos #niunamujermenos #niunpoblanomenos

Si fueran menos ambiciosos y más empáticos otra prensa y realidad habría.

Hoy marchamos juntos. Pero hay un peligro, suponer que ya hicimos mucho y que nos podemos aventar otros 60 meses en silencio.

De pronto se acercó mi Lolita vestida de doctora. –Ojalá esto sirva, Tonny, dice mi mamá que el siguiente paso es no pagar impuestos.

La tomé de los hombres y le dije: -No hables tan alto que te van a escuchar, no des ideas-

Una llamada entró a mi celular. Era Don Nene, ignoré la llamada.

Un mensaje fue lo que siguió. ‘Tonny, vente para la ´marranera´. Ya les di un coscorrón a estos pinches chamacos ‘cabrones’

Mi Lolita me tomó del brazo y seguimos gritando: Justicia, justicia…

 

 

Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny

Periodismo ficción