Algunos pensaban que los ajustes de cuentas habían llegado a su fin, pero los cadáveres siguen apareciendo. Tal es el caso del Chai, quien es acusado de golpear mujeres con la izquierda y la derecha; ayer su jefe le dio una patada en el trasero.
Para Lalo Rivers, más importante que verse empático con el movimiento feminista, , es indispensable mantener la sumisión con la marranera y de paso limpiar su desangelada imagen.
El Chai se ha sumado a la lista de justicias y venganzas.
Chai olvidó que la sociedad podrá ser muy machista, pero hay mujeres con muchos huevos.
Desde hace mucho su suerte estaba echada y el viernes, el Don, le mandó el mensaje.
En la marranera no olvidan quien es el Chai, su solo aroma a Morenovallista los irrita, su modito de andar los crispa y el haber querido chingarse una lanita con el negocio de la publicidad, acabo por encabronarlos.
Las mujeres que golpeó fueron el pretexto perfecto para echarlo y para que Rivers dejara de protegerlo.
¿Qué le debía Rivers a Chai qué tardó meses en correrlo?
Vaya misterio, pronto se sabrá.
¿Qué pactó Rivers con la marranera, les entregará solo su cabeza o también su cargo?
Más claro ni el agua: unos quieren su puesto y otros lo quieren tras las rejas.
La ficha negra de Chai ya está en manos de los sabuesos.
Saben todo de él, a su caso hay que sacarle todo el jugo posible y el Don se alzará con una victoria ante el feminismo.
El Chai me buscó el viernes por la noche.
-Ayúdame, Tonny.
-Es imposible, huye, la fiscalía te sigue y ya estás boletinado, en las redes tu foto no deja de circular y en un estado donde hace unas semanas Zeta ordenó matar a la madre de su hijo, tu caso no tarda en ser agenda nacional.
-¿Realmente debo pagar por el delito que cometí? ¿Hay algún político poblano que no deba algo? -me preguntaba desesperado-
-Deja de preguntar tanto, de lo que debes estar seguro es de que si te agarran te chingan.
Chai, soltó una lagrimita, se dio la vuelta y se fue.
Su destitución como empleado del empleado del Yunque y saberse perseguido por la policía no es lo peor. Las denuncias en su contra seguirán apareciendo: más mujeres golpeadas, desvío de recursos, trafico de influencias y otras linduras.
Su criada me dice que su mujer lo ha dejado y su perro orinado.
¿Qué tiene el Chai para negociar?
Está cabrón.
Un mensaje entró a mi celular.
Era ‘El Chueco’, un policía ministerial capaz de cuadrar que Colosio se suicidó.
`Me han asignado el caso del Chai’
PTM, ya valió -pensé.
Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny
Columna ficción