Normita Rayón -Un cadáver al que le late el corazón-

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Los gobiernos de Normita Rayón han tenido cuatro momentos cumbre.

No son obras ni apoyos a las comunidades que siguen igual de jodidas.

Ni impulso a la educación, ni mucho menos un volante que diga cómo usar el cubrebocas.

Tampoco el combate al huachicol ni a los colombianos que operan el gota a gota en el tianguis.

Mucho menos la regulación de las cantinitas que sirven de nido de trata de mujeres y donde los tianguistas, traileros y uno que otro funcionario acude a desfogarse.

El primer momento lo logró el día en que un diputado entonces líder del congreso, la miró lúbricamente durante un evento oficial. Ese día la desconocida alcaldesa de San Martín, se volvió tendencia, no solo fue conocida en Puebla y anexas, la imagen se volvió viral y hasta el entonces príncipe Carlos dijo: No está mal, poco faltó para decir #semehacegorda

El segundo momento fue cuando apareció en la portada de la des-prestigiada revista Ingenuos&Elections. Una revista que a cambio de unos pesitos diseña encuestas a modo y coloca a sus clientes en los mejores lugares dizque de ‘popularidad’

Normita pagó 100 mil pesitos y fue incluida en la portada junto a otros alcaldes que son considerados los mejores del país.

Aunque los poblanos se rieron, sus focas aplaudían, y es que ‘su jefa’ ya aparecía en la zona de revistas de Sanborns.

El tercer momento sucedió hace unos días

Un tanque de agua se desplomó dejando a dos personas muertas.

La obra de 2 millones de pesos que había sido inaugurada el pasado 12 de septiembre colapsó

Algunos dicen que fue sorpresivamente.

Pero para otros no fue sorpresa y es que los moches exigidos solo daban para hacer una obra de mediana calidad y por medianos ingenieros.

El Cuarto momento sucedió ayer.

Su equipo le sugirió dar la cara y la llevo a la zona de guerra, un lugar caliente y con olor a muerto.

Era obvio que Normita sería echada a pedradas y recibiría todo tipo de agresiones.

“Corrupta”, “Ineficiente”, “Asesina”, “ Renuncia” ,“lárgate” y todas esas cosas que dice un pueblo encabronado.

¿Qué sigue para Normita?

¿Ya le habrán avisado que hubo un muerto más en la tragedia del ‘tanque asesino’ (ella)?

¿Qué sus aspiraciones políticas también quedaron enterradas junto con ‘los borrachitos’ que estaban debajo del tanque?

¿Qué cómo irá a pedir el voto si resulta candidata a diputada?

Normita es un cadáver viviente que camina por las calles devastadas del pueblo.

Su corazón sigue latiendo. Orina y llora, su cuerpo no se descompone; su estómago aun puede comer chiles en nogada, sus heridas se curan y puede enfermar.  Puede tener ataques cardíacos, fiebre y hasta sufrir de amor. Puede sonrojarse y sudar.

Es un cadáver  de corazón latiente; cuerpo con muerte política y moral, con órganos funcionales y pulso, pero… cuando un político esta convertido en  cadáver, lo mejor es guardarse, que alguien le avise.

 

Mi Lolita está de manteles largos.

Una ocasión la vi en un motel cerca del parque ecológico.

Fumábamos y veíamos el humo en el espejo del techo.

Ella había pedido un Uber -odiaba que la llevara a su casa-

Se vistió y me dio un beso.

Cuando salió no pude evitar ver su contoneo provocador. Ella volteó y sonrió.

Prendí otro cigarro y pensé en ya no verla: me hacía perder el tiempo, peor aún, me estaba enamorando, lo mejor sería huir.

Por supuesto que no pude.

Nuestros encuentros siguen siendo en el mismo motel, con pizza y vino, con humo y espejos.

Desde aquí un abrazo Lolita -mi vida-

 

 

Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny

Columna ficción