Fue un 13 de diciembre del 2018 a las doce de la noche que Martha Erika Alonso protestó como gobernadora de Puebla.
Cuatro años después, el mismo día, el gobernador Barbosa fallece a causa de un infarto.
Vaya casualidades que siempre nos tiene el destino: Dos gobernadores muertos en diciembre.
La noticia de su mal estado de salud corrió desde las primeras horas de la mañana. Era imposible guardar el secreto ante tanta movilización en el hospital ‘Moreno Valle’ de donde salió un helicóptero con rumbo a CDMX.
Mi bruja de cabecera me dijo hace unos meses que Barbosa no terminaría su periodo.
Una Lolita que estaba en el hospital me dijo que el gobernador fue trasladado en estado vegetal.
Otra fuente me decía que su estado era reservado
El gobierno del estado decía que se encontraba en observación y estable
Un tibio comunicado oficial trató de desmentir las filtraciones.
Las focas replicaron que el estado de salud del gobernador era estable. Nadie les creyó y es que pocas veces los comunicados oficiales tienen el propósito primordial de contar la verdad. Normalmente son para esconder la realidad.
La noticia de la muerte del gobernador iba cobrando fuerza.
Empezaron a aparecer los tuits y en los grupos de whatsapp se compartía el trascendido.
Los memes no tardaron en aparecer: ‘Justicia divina’ y “Karma’, decían algunos.
Las corcholatas no lo podían creer, sus rostros desencajados los hacían parecer zombis y es que pocas veces imaginaron un desenlace así.
Con el cuerpo tibio se empezó a futurear sobre Puebla.
Ante la muerte el oportunismo se ha adueñó de los políticos.
Los muertos han vuelto a revivir, los exiliados piensan en regresar y los barbosistas piensan en exiliarse.
Los leguleyos hacen su interpretación de la ley, pero lo cierto es que la mano que mecerá la cuna será la de Palacio Nacional , ¿Por qué habría de privarse AMLO de ese privilegio?
Los que saben dicen que consultará al menos a dos personas: A Bety y Adán.
Ellos le dirán el camino que se le deberá indicar al sumiso congreso.
Primero vendrá el florero como encargada de la marranera y luego el congreso designará un gobernador o gobernadora que concluya el periodo.
Será un personaje que le garantice obediencia y sobre todo ganar la elección del 2024.
Por lo pronto prepárese para las traiciones que vienen y es que en este negocio la deslealtad es un asunto de supervivencia.
¿Quiénes serán los primeros que traicionarán?
¿Quiénes piensan en huir del estado?
¿A quién le aplaudirán ahora las focas?
En fin.
La leyenda del martes 13 combinada con el karma, me hace pensar que a veces la vida se acomoda de tal forma que uno no entiende ni madres.