Si el Penal de Tepexi era un purgatorio ahora se ha vuelto un infierno.
Que un familiar logrará entrar a visita era complicado, ahora es peor, y es que nuevos internos trasladados de otras cárceles llegaron al penal. Internos con un perfil violento o relacionados con temas políticos, hicieron que el reclusorio sea una olla de presión.
El arribo de Ortega Castillo y Humberto Carrasco, director y subdirector, respectivamente, elevaron los costos de vivir ahí. La corrupción aumentó.
El que paga tiene derechos y el que no, tiene castigos.
Como siempre: Los poderosos humillando a los jodidos.
Los nuevos inquilinos se han amafiado con los nuevos directivos y someten a los internos a dietas de sopa y agua, a visitas condicionadas, a calentaditas y cuotas por bañarse, cancelan el derecho de visita familiar e íntima y a unos los privan de las notificaciones judiciales de su caso.
Para el uso de celulares, dinero, consumo de aguas locas y alguna sustancia prohibida, el costo es mayor y es que están dentro del catálogo de primer nivel que controla la maña.
Si alguno de los internos se llega a quejar: la respuesta es una visita de un par de golpeadores a su celda, la comida racionada se le raciona aún más, son amenazados y sus visitas son suspendidas de manera inexplicable.
Hay familiares que llevan semanas sin ver a sus internos, otros hacen fila por 4 horas para entrar y los alimentos que llevan son detenidos con el pretexto de no estar permitidos o que tienen un aspecto sospechoso.
A pesar de que hay reos que han firmado de manera cautelosa se mejoren las condiciones básicas, Ortega y Carrasco los han ignorado. Las represalias llegan después y son ablandados por los ‘Betas’, ‘Los bravos’ el sapo, la muerte …, que son los que: intimidan, amenazan, extorsionan y corrompen el penal.
Es Tepexi una olla de presión, pero también una verdadera mina de oro.
Nota: Más de 200 internos firmaron una carta dirigida al Dir. del penal y no han obtenido respuesta
Tic tac
Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny