El 28 de junio se celebra el día del orgullo Gay, hace años no pocos, era mínima su celebración pero con el paso del tiempo y con eso de los derechos humanos y bla bla bla ya hasta hay mascotas que desfilan orgullosamente.
Sin embargo en la mafia y en la clase política siguen temerosos de salir del maldito closet.
Aquí les contaré tres relatos de personajes de poder en Puebla que les gustaba morder almohadas y soplar nucas.
EL DON.
Ximeno era un político poblano que con el tiempo y gracias a sus relaciones políticas y sexuales llegó a convertirse en todo: Diputado, secretario de estado, embajador, hasta llegar a Don.
Su adicción por rodearse siempre de jóvenes era evidente y obsesiva.
‘tienen un no sé qué, que qué se yo…’ bromeaba siempre con su chófer.
Su carrera política la inició cuando un político vio en él talento y algo más cuando cursaba la carrera de leyes en la CDMX, lo invitó a trabajar a su lado, lo sedujo y lo hizo su amante; lo que vino después fue la gloria política.
Con el paso del tiempo fue nombrado Don.
Escogió a su primer círculo de manera elitista: jóvenes blancos, atléticos y guapos.
Ahí conoció a Camilo, un joven con ambiciones y sin escrúpulos, dispuesto a tirar el fab frente a él y recogerlo granito por granito, las veces que fueran necesarias.
Ximeno y Camilo pronto hicieron click.
Vivieron un romance lleno de pasión.
Ximeno se enamoró y Camilo fue ascendiendo, llegó un momento en que las decisiones políticas pasaban por él.
Cuando Camilo prometía algo lo hacía sin temor y es que decía que literalmente tenia al Don agarrado de los huevos.
Los periodistas.
Hace años el homicidio de un periodista poblano conmocionó al gremio local.
Ezequiel había sido asesinado en una reunión con compañeros de la fuente y adictos a soplar nucas.
¿Qué pasó realmente ese día? pocos lo saben.
Algunos dicen que fue un crimen pasional, otros que fue una discusión que se salió de las manos.
Ezequiel había terminado de escribir la nota roja del día: Robo con violencia a una tienda del centro, un hombre se suicidó en el sur de la ciudad y granaderos enfrentan ambulantes; lo irónico de la vida es que estaba por escribirse la nota roja del día siguiente con él como protagonista principal.
Antes de salir hizo unas llamadas para confirmar la reunión de todos los jueves en su casa, le habló a otros periodistas: Manolito, Carmelo, Isaías, Juan y Ramón, todos ellos homosexuales, el grupo ya era conocido como los ‘chicos dorados’
Después se dirigió a su casa y de paso compraría una botella de bacardi y un magno, cocas y hielo.
La reunión comenzó.
Los tragos y la charla política-policíaca fueron el tema central.
La música de Juan Gabriel sonaba en el tocadiscos.
Los besos calentaron el lugar.
Lo que vino después fue un pleito entre ellos.
Un pleito que dicen los enterados se dio al descubrir la deslealtad de un amigo y la infidelidad de una pareja.
El silencio vino después.
La nota roja del otro día cabeceo así: Periodista Ezequiel se suicida en su casa.
El Regidor
El futuro regidor salía de su oficina.
Una joven del partido se acercó a él.
Mi Rey quiero estar contigo –le dijo-
Fastidiado contestó: llevo prisa, tengo que ver al alcalde electo.
Pero…
Pero nada, toma esto y cómprate algo, te llamó mañana y nos desquitamos.
La mujer apenada tomó el sobre con 5 mil pesos.
30 minutos después el futuro regidor llegaba a una casa en Chipilo.
Ahí lo esperaba Renato, su joven amante.
Un beso y un apretón de nalga fue el recibimiento.
Pasaron la tarde cogiendo, comiendo pizza, bebiendo ron y fumando, al momento de irse le dio a Renato un sobre con 10 mil pesos.
Se subió a su camioneta y pensó: ¡qué cosas, quien imaginaría que hasta en esto las mujeres pierden, salen más caros los putos que las putas!
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Periodismo ficción