Escribe: Tonny Soprano
El COVID19 ha detenido la actividad en todo el mundo.
Es casi imposible ir aun lugar, beber whisky y ligar a una lolita o una cuarentona divorciada.
Los políticos se esconden para no pagar su derecho de piso argumentando que están en cuarentena.
Los cines están vacíos.
Los moteles peor.
Y las redes llenas de todo: de redentores, mesías, prostitutas vendiendo sus packs en tuiter y jovencitas enseñando su lubricidad en tik tok.
La aburrición es terrible.
Pero hay gente que no para.
Y no me refiero a los cerillitos, limpia parabrisas, viene-viene… esa gente con la que lucra todo mundo en tiempo de tragedias –Y es que los pobres venden- quizás cuando les dan una moneda piensan que ya les hicieron la vida.
Me refiero a la mafia que no descansa y en cada desdicha ve una oportunidad.
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La mafia de los laboratorios: Hay un grupo de coyotes que anda ofreciendo pruebas de COVID19 a bajo precio y 100% confiable –dicen-
A mi teléfono llegaron este fin de semana 5 mensajes que me ofrecían a cambio de una comisión, colocará lotes de ‘pruebas’, con mis amigos los mafiosos enquistados en el poder.
Las ofertas eran tentadoras.
Había: plata, polvo y putas; como pago.
No podía haber tanta belleza en un mundo lleno de mierda –pensé-
Hice la cita con una ‘Godínez’ del sector educativo que ahora está metida en esto de las ventas de las pruebas del COVID19.
La cita fue en un cafecito de plaza dorada.
Ella llegó metida en unos leggins (animal print) horribles pero sugerentes.
Zapatillas de tacón y un escote digno de sacar las pupilas.
Por protocolo sanitario, no la besé y mucho menos le di la mano.
Un apretón de nalgas fue suficiente.
-Ay Tonny, siempre encuentras la manera de saludar.
-Y tú siempre encuentras la manera de que te salude.
La mujer puso en la mesa tres carpetas del tamaño del expediente del ‘Castaño’.
Yo no dejaba de mirar su escote.
Ella se sonrojaba.
Pedimos un lechero y un pan de elote.
-Voy al baño, me lavaré las manos –dijo-
Cuando se levantó el tigre que llevaba en sus leggins despertó.
Un pasito y me cerraba el ojito derecho y cuando daba otro me cerraba el ojito izquierdo.
No pude más. Acomodé mi glock y fui tras ella.
Cuando entré al baño, la sorpresa fue mía y es que el tigre me esperaba sin sus leggins.
Las pruebas del COVID19 y la mafia que las opera, seran parte de otra historia.
LAS BREVES.
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Después de lo de Ovidio solo los ingenuos se sorprenden de que AMLO haya saludado a la Abuela.
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Que Moreno Valle no resultó ser tan escrupuloso en sus cosas. Viajaba en un Augusta ‘carcachita’
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Que el cartel del Profe. Bejarano opera ya en San Martín. Esta semana logró que se realice el tianguis que congrega a miles de personas. El COVID 19 es lo de menos y es que cash mata virus. Como en el ‘vive latino’
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Que más de un empresario no está dispuesto a perder y aunque tengan empleados con síntomas de COVID19 les vale emes.
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Que mi lolita ya está envejeciendo…PTM