Declaraciones en el juicio de Joaquín Guzmán detallan cómo emisarios del capo mexicano y aliados sudamericanos establecieron rutas aéreas para el tráfico de cocaína hacia México y Estados Unidos
En noviembre de 2018 arrancó en la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, el histórico juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, considerado como unos de los narcotraficantes más buscados, temidos y poderosos de la historia reciente. Durante las audiencias, el capo sinaloense reveló que el Cártel de Sinaloa había tejido vínculos el de Los Soles, este último con base en Venezuela.
Siete años después, el 25 de julio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), incluyó a la organización criminal vinculada al chavismo en su lista de entidades terroristas, señalándola como presuntamente encabezada por el presidente Nicolás Maduro Moros y “otros altos cargos del régimen”.
En el mismo informe, las autoridades estadounidenses acusaron a dicho grupo de proporcionar apoyo logístico y financiero tanto a la organización criminal sinaloense como al Tren de Aragua, grupo delictivo ligado al tráfico de drogas, trata de personas, extorsión, explotación sexual de mujeres y menores, así como al blanqueo de capitales; sin embargo, Guzmán Loera ya habría detallado esta alianza durante sus comparecencias.
El Chapo y la conexión venezolana: testimonios revelan red de pistas clandestinas y vínculos con “El Loco” Chávez
En una de sus visitas al Triángulo Dorado, a principios de 2003, Jorge Milton Cifuentes Villa, alias “La Jota” —operador colombiano de confianza de Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada— asumió misiones estratégicas para la organización criminal. Entre ellas se encontraban operaciones como la del buque de Pemex, la importación de cocaína desde Sudamérica hasta el norte y la representación del cártel en Ecuador.
Milton Cifuentes envió a su hermano, Alexander Hildbrando Cifuentes Villa, con Guzmán Loera para que le permitiera vivir con él. Según ambos declararon al jurado durante el juicio en Estados Unidos, la finalidad de esa estancia era “cuidar los negocios de los Cifuentes”, aunque de sus propios testimonios se desprendió que el verdadero objetivo era obtener la protección directa del líder del Cártel de Sinaloa.
Durante el proceso judicial, surgió un episodio que confirmó esta relación: la intervención de un hombre de origen dominicano llamado Antonio “Toño”, recomendado por Alexander para distribuir droga en Estados Unidos.
Guzmán Loera pidió al dominicano conseguir un terreno en su país para construir una pista de aterrizaje que conectara los envíos de Venezuela a México. La fiscal Gina Marie Parlovecchio presentó audios de conversaciones entre “El Chapo” y “Toño”, en las que se evidenciaba la demora del dominicano en cumplir la petición. En una de las grabaciones, el capo le dice:
“Consiga esa rayita (pista)… Un ranchito que tenga un lugar así para que llegue el mueble (avión) del loco”.
Otro testigo, identificado como “Panchito”, precisó que “Joaquín le pide a Toño que le consiga la finca con pistas clandestinas para que llegara la avioneta con cocaína del Loco”. En su declaración, Parlovecchio preguntó a Alexander Cifuentes qué significaba “Loco”.
Él respondió: “Loco le decíamos a Venezuela, por el loco del expresidente (Hugo) Chávez”.
En 2011, Daniel “El Loco” Barrera, considerado el narcotraficante más buscado en Colombia, mantenía nexos con cárteles mexicanos. Ese año, la policía colombiana localizó 10 pistas clandestinas utilizadas por Barrera para el envío de drogas, dos de ellas ubicadas en territorio venezolano.
De acuerdo con el diario Reforma, Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, reveló a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) que entre 2006 y 2009 el Cártel de los Beltrán Leyva —entonces vinculado a La Federación, bajo el mando de Joaquín Guzmán— tenía conexiones en Maracaibo, de donde salían cargamentos de cocaína.
En el marco de la averiguación previa AP/PGR/SIEDO/UEIDCS/112/2010, relacionada con una investigación contra varios generales presuntamente vinculados al narcotráfico, “El Grande”, actuando como testigo colaborador con la clave “Mateo”, aseguró que para operar sobornaban a funcionarios locales y federales.
Según su testimonio ante la SIEDO, en la terminal de Toluca aterrizaban aviones de Guzmán Loera procedentes de Maracaibo, Venezuela, cargados con más de tres o cuatro toneladas de cocaína.
Venezuela, eje clave del Cártel de Sinaloa
El territorio venezolano fue un punto estratégico de encuentro entre emisarios del Cártel de Sinaloa y narcotraficantes locales durante el liderazgo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Así lo señala el documento presentado por la Fiscalía de Estados Unidos ante la Corte del Distrito Este de Nueva York el 20 de enero de 2017.
En el texto, de 56 páginas, se detalla la trayectoria criminal del capo durante 25 años y subraya que Venezuela, Ecuador y Colombia fueron los principales centros de operaciones desde los cuales expandió la presencia de su organización en Sudamérica, ocupando territorios que antes controlaban cárteles colombianos.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, el modus operandi de Guzmán consistía en infiltrar a miembros de su organización en estos países para negociar directamente con traficantes locales y así asegurar cada eslabón de la cadena de suministro. Esta estrategia consolidó la ruta de transporte de cocaína hacia Centroamérica y México, con destino final a Estados Unidos.
El 27 de julio de 2025, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó en un mensaje publicado en X que Nicolás Maduro.
“NO es el presidente de Venezuela y su régimen NO es el gobierno legítimo”. Aseguró que el mandatario lidera el Cártel de los Soles, “una organización narcoterrorista que se ha apoderado de un país” y que enfrenta acusaciones por introducir drogas en territorio estadounidense con ayuda de la organización del capo mexicano.
En respuesta, el 7 de agosto, el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, rechazó las acusaciones, calificando al Cártel de los Soles como un “invento” de Washington.
“El Cartel de los Soles es un invento, no sé cuántos años tienen que ellos inventaron eso y en ese tiempo ha tenido como 300 jefes, cada vez que alguien les molesta ellos lo ponen como jefe del Cartel de los Soles”, declaró en una rueda de prensa transmitida por Venezolana de Televisión (VTV).
Estados Unidos impuso sanciones económicas al Cártel de los Soles, presuntamente dirigido por Nicolás Maduro, que bloquean todos los bienes e intereses de las personas y entidades señaladas que se encuentren en su territorio o bajo control de ciudadanos estadounidenses.
La medida, administrada por la OFAC, prohíbe a personas y empresas estadounidenses realizar transacciones con los designados, incluyendo transferencias de fondos, bienes o servicios, salvo autorización expresa.
Las violaciones pueden acarrear sanciones civiles o penales, y las instituciones financieras extranjeras que faciliten operaciones significativas para los sancionados se exponen a medidas secundarias, como la restricción o cierre de cuentas en territorio norteamericano.
Vía INFOBAE