La víctima, de 50 años, presentaba huellas de violencia. No hay detenidos ni causas oficiales del deceso
Un hecho que expone las contradicciones en la política de seguridad municipal se registró la noche del 3 de diciembre en Ciudad Serdán, donde el cuerpo de Juan N., de alrededor de 50 años, fue hallado sin vida, con huellas de violencia, dentro de un establecimiento comercial ubicado junto al Complejo de Seguridad Integral (CIS). La cercanía del crimen con un inmueble destinado a garantizar vigilancia y reacción inmediata provocó desconcierto entre los habitantes de la zona.
La víctima, conocida por dedicarse al lavado de autos, fue encontrada dentro del negocio, en un escenario que sugiere agresión directa. Sin embargo, hasta ahora no existen versiones oficiales sobre la causa del deceso, ni líneas de investigación reveladas, ni detenidos relacionados con el hecho. La ausencia de información ha generado incertidumbre y preocupación, particularmente por el patrón de hechos violentos que vecinos afirman haber observado en los últimos meses.
Aunque el CIS figura como un punto estratégico para la seguridad del municipio, el crimen evidenció que la presencia del complejo no ha significado una disminución efectiva de la violencia en su entorno cercano. Para algunos pobladores, el asesinato a escasos metros del inmueble revela fallas en la vigilancia perimetral, la capacidad de monitoreo y la coordinación entre autoridades locales.
La Fiscalía General del Estado desplegó personal de homicidios y peritos para llevar a cabo el levantamiento del cuerpo y el inicio de la carpeta de investigación. El sitio permaneció acordonado mientras se procesaban indicios, y fueron familiares quienes identificaron el cuerpo del hombre, acentuando la tensión entre quienes habitan y trabajan en la zona.
Al trascender el hallazgo, vecinos reiteraron su demanda: más seguridad, patrullajes constantes y prevención real, no solo infraestructura. Expresaron preocupación por que episodios como este no sean investigados con rapidez o no deriven en detenciones, lo que fortalece la percepción de riesgo y de falta de control territorial.
El homicidio de Juan N. revive el debate sobre la eficacia de los complejos de seguridad y la necesidad de replantear estrategias municipales para frenar la violencia en puntos donde, paradójicamente, debería existir mayor vigilancia. La investigación continúa, pero la exigencia ciudadana es clara: resultados, claridad y presencia policial efectiva.