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La noche que rodaron cinco cabezas en Uruapan: el atroz crimen que detonó la guerra narco en Michoacán

Por: Admin

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A casi veinte años de aquel episodio, Uruapan sigue asediado por la violencia criminal, como demostró el reciente asesinato del alcalde Carlos Manzo

 

La madrugada del 6 de septiembre de 2006Uruapan se convirtió en el epicentro de la violencia criminal en México cuando un grupo armado arrojó cinco cabezas humanas en la pista de baile de un centro nocturno y dejó un mensaje intimidatorio firmado por La Familia Michoacana.

Este suceso señaló el inicio de una escalada sin precedentes de confrontaciones entre cárteles, marcando un antes y un después en la historia del narcotráfico en Michoacán y el país.

Era la una de la mañana cuando la noticia corrió por la ciudad y la región como pólvora: una veintena de hombres encapuchados, vestidos con uniformes falsos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), irrum

Las ráfagas al techo hicieron que bailarinas, personal y clientes cayeran al suelo antes de presenciar el horror: los sicarios vaciaron bolsas negras y cinco cabezas humanas rodaron sobre la pista de baile del club. No tuvieron palabras, sólo dejaron sobre el piso una cartulina con la leyenda completa:

“La Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, se muere quien debe morir, sépanlo toda la gente, esto es justicia divina”.

El episodio en el SolEl episodio en el Sol y Sombra de Uruapan en 2006 marcó el inicio de una era violenta. – (Imagen ilustrativa Infobae)

Los atacantes huyeron en una pickup gris y dos camionetas Cherokee verdes, mientras la policía, pese a los reportes de emergencia, llegó 40 minutos después a un local que seguiría abierto hasta ocho años después sin mayores consecuencias legales para sus dueños. El crimen, por su brutalidad y precisión mediática, fue uno de los primeros en atraer la atención de medios internacionales como The New York Times y Le Monde.

La guerra anunciada

El macabro acto no fue un hecho aislado. Apenas tres días antes, la ciudad había sido testigo del asesinato de una mujer apodada “La Jefa”, ligada al narcomenudeo y la trata de personas, y quien fue decapitada y abierta desde el pecho, dejando un mensaje para su pareja sentimental, Carlos Rosales Mendoza “El Tísico”, fundador de La Familia Michoacana. Su muerte fue atribuida a sicarios de los Valencia o Cártel del Milenio, y se convirtió en el detonante inmediato de la venganza.

La pugna ya venía de lejos, alimentada por la fractura de alianzas entre Rosales, Armando Valencia y el apoyo de Los Zetas, enviados por Osiel Cárdenas Guillén del Cártel del Golfo. Estas rupturas, que mezclaban traiciones personales y ambiciones criminales, desembocaron en guerras donde la exhibición del terror se convirtió en signo de dominio.

Las autoridades estatales de entonces, rebasadas, reconocían que desde antes la violencia se había apoderado del estado. El secretario de gobierno, Enrique Bautista Villegas, admitió públicamente que se trataba de actos de barbarie nunca antes vistos y que Lázaro Cárdenas Batel, gobernador de Michoacán, había viajado de emergencia para pedir apoyo federal a la Ciudad de México tras el ataque.

En el mes anterior a Sol y Sombra, sólo en agosto de 2006, 88 personas fueron asesinadas en Michoacán, incluidas decapitaciones y cuerpos desmembrados. Este nuevo nivel de crueldad —no visto hasta entonces en la vida cotidiana del estado— se sumó a una tendencia de homicidios y ataques en aumento desde 2002. La inquina entre los cárteles de Armando Valencia y Carlos Rosales, ambos con antecedentes penales y liderazgo criminal regional, convirtió al estado en campo de disputa capital para el narcotráfico.

El CJNG se posicionó comoEl CJNG se posicionó como la organización criminal con mayor presencia en México (Foto: Infobae México / AC Consultores)

La Familia Michoacana nació formalmente ese día, en medio de la pista de un club, con su mensaje dirigido a propios y extraños. La palabra “decapitado”, hoy común en la crónica policial, era en ese momento algo casi inédito para los lectores fuera de la región.

A lo largo de ese año y los siguientes, la suma de víctimas, cuerpos desmembrados y mensajes de venganza creció conforme la disputa se intensificaba, ahora con nuevos actores como Los Caballeros TemplariosLas Autodefensas y Los Viagras.

En aquellos días, la economía local entró aún más en la dinámica del “derecho de piso”: agricultores, comerciantes y transportistas pagaban por seguridad a cambio de sobrevivir en una tierra donde el gobierno ya era rebasado.

Ecos del terror: de la masacre fundacional al asesinato de Carlos Manzo

La secuencia de horror en Uruapan no disminuyó con el tiempo. En agosto de 2019, la ciudad volvió a acaparar titulares nacionales cuando 19 cuerpos asesinados fueron exhibidos en diferentes puntos de la ciudad, algunos colgados de un puente. Otros hechos violentos como el ataque a una funeraria, multihomicidios y enfrentamientos entre cárteles se hicieron frecuentes, siempre con la ciudad como escenario.

URUAPÁN, MICHOACÁN, 02NOVIEMBRE2025.- En laURUAPÁN, MICHOACÁN, 02NOVIEMBRE2025.- En la plaza central de esta ciudad se está llevando a cabo el funeral del alcalde, Carlos Manzo, quien fue asesinado a balazos en este sitio cuando acudió a la velada por el Día de Muertos. Ciudadanos se dieron cita para darle el último adiós, y exigir justicia por su asesinato. En el lugar donde pereció se colocaron veladores y flores en su memoria. FOTO: JUAN JOSÉ ESTRADA SERAFÍN/CUARTOSCURO.COM

El bar Sol y Sombra tardó ocho años en ser cerrado formalmente, pese a antecedentes de venta de drogas y reclutamiento de víctimas de trata. El caso de las cinco cabezas jamás fue resuelto judicialmente, y arriba del 90% de los crímenes cometidos en México sigue sin castigo, de acuerdo con cifras de Impunidad Cero.

La fractura entre los cárteles históricos dio lugar a nuevas agrupaciones y a una violencia intermitente que mantiene a Uruapan y Michoacán como “alerta roja” nacional en materia de seguridad.

A casi dos décadas del horror del Sol y Sombra, Uruapan volvió a encabezados nacionales e internacional con el asesinato del alcalde Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre de 2025.

Manzo fue atacado por sicarios armados durante las celebraciones del Día de Muertos en la plaza principal, en presencia de su familia y cientos de ciudadanos, incluso un grupo de 14 agentes que lo cuidaban.

Antes de su muerte, el presidente municipal había utilizado sus redes sociales para visibilizar decomisos, operativos y la presencia e infiltración del CJNGLos Caballeros Templarios y otras células en la política local y estatal. Denunció constantemente amenazas y pidió más apoyo federal, advirtiendo sobre el asedio y la presión diaria sobre la población y las autoridades.

El ataque que le quitó la vida tuvo consecuencias inmediatas: la indignación social detonó manifestaciones frente al Palacio de Gobierno en Morelia y disturbios que reflejaron la impotencia y furia colectiva. Así, el destino de Manzo parece cerrar un círculo trágico, en el que la historia de las cinco cabezas se actualiza en una ciudad donde los cárteles y los mensajes de sangre siguen definiendo el pulso de poder y violencia.

Michoacán, y especialmente Uruapan, permanece bajo el asedio que comenzó aquella noche en el Sol y Sombra, prueba de la capacidad del crimen organizado para reinventarse y de la dificultad de las instituciones para sanar la fractura abierta por el terror hace ya casi veinte años.

Vía INFOBAE