La Charrería: Una Tradición Mexicana con Profundas Raíces Culturales

Por: Rocío Rios

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La Charrería, uno de los deportes más representativos de México, ha sido fuente de inspiración para poetas, pintores, músicos e historiadores, quienes encuentran en ella una conexión con las tradiciones más arraigadas del país. Más allá de ser un espectáculo, la Charrería engloba múltiples oficios como la sastrería, platería, zapatería, talabartería y otros trabajos artesanales que preservan y fomentan el arte mexicano.

Declarada “Deporte Nacional” por el presidente Manuel Ávila Camacho, la Charrería celebra su día oficial el 14 de septiembre. Surgió en el campo, pero fue en las ciudades donde se reglamentó y organizó formalmente. La primera asociación charra, “La Nacional”, se fundó el 4 de junio de 1921 en la Ciudad de México, seguida de otras asociaciones en San Luis Potosí y Toluca en los años siguientes.

La práctica de la Charrería se estructura en 10 suertes o pruebas, donde el éxito no solo depende de la destreza del charro, sino también de la voluntad del animal. Estas competencias, que se realizan al aire libre, activan todos los músculos del cuerpo, lo que convierte a la Charrería en un deporte completo y desafiante.

Uno de los aspectos más nobles de la Charrería es que los charros no perciben salario por su participación. La cooperación del público y el financiamiento de los equipos sostienen las charreadas, pero los riesgos son altos, ya que los charros enfrentan la imprevisibilidad de los caballos, poniendo en juego su integridad física en cada participación.

A nivel competitivo, la Charrería cuenta con un calendario de congresos estatales y nacionales, donde los equipos se enfrentan para clasificar a los mejores del país. Estos eventos son altamente solicitados por los estados, ya que atraen turismo y promueven la difusión de esta valiosa tradición.

El atuendo charro también está estrictamente reglamentado. Los colores llamativos están prohibidos, favoreciendo tonalidades serias que resalten la sobriedad y el buen gusto. Los adornos, tanto en las chaquetas como en los pantalones, deben ser moderados, a excepción de los trajes finamente bordados, considerados verdaderas obras de artesanía.

La Charrería sigue siendo una reserva del Ejército en la rama de caballería, por lo que su práctica no solo implica disciplina deportiva, sino también el cumplimiento de normas adicionales. Este deporte, una fusión de tradición, arte y habilidad, continúa siendo un emblema de la cultura mexicana y una de sus manifestaciones más auténticas y respetadas.