Puebla, Pue a 11 de noviembre de 2024.- En el México colonial surgió una figura exótica y carismática que, con el paso de los siglos, se ha convertido en un emblema cultural y de identidad: la China Poblana. A pesar de que en su tiempo se decía “ni fue china ni fue poblana”, esta figura llegó a simbolizar el orgullo mexicano, similar a la Virgen de Guadalupe en sus colores y simbología. Ambas figuras preceden a la Independencia de México en 1821 y comparten los colores patrios de la bandera: verde, blanco y rojo, destacándose como símbolos profundos de pertenencia y fe para el pueblo mexicano.
La historia de la China Poblana comenzó con un origen lejano y aristocrático. Se dice que era hija de un rey mogol, quien, tras ser capturada en una guerra, fue vendida como esclava en Filipinas. A bordo de la Nao de Manila, llegó a tierras novohispanas en el siglo XVII, marcando el inicio de una historia que la equipara en su trágico recorrido con figuras como la Malinche. Pasó de mano en mano hasta que un protector la adoptó y la educó como a una hija en la renacentista ciudad de Puebla de los Ángeles, donde vivió setenta años y se casó con un comerciante.
El estilo único y revolucionario de su vestimenta comenzó a llamar la atención en una sociedad con rígidos modelos de atuendo. En un contexto en el que solo existían los trajes indígenas bordados en algodón, la moda refinada de España y la vestimenta humilde de las clases bajas, la China Poblana rompió esquemas. Vestía chalinas y sayas de colores fuertes y se adornaba con peinetas, alamares, bordados en chaquira y lentejuela, iniciando una auténtica revolución en la moda colonial.
Con el paso de los años, su traje se estilizó hasta convertirse en un ícono nacional. El traje de China Poblana moderno se compone de una camisa blanca de algodón bordado, falda roja adornada con símbolos patrios, y un rebozo de seda en los tonos de la bandera mexicana, que se complementa con una trenza tricolor, collares y grandes arracadas de oro.
Este atuendo ha perdurado a través del tiempo, siendo adoptado y adaptado por cantantes de música ranchera del siglo XIX y artistas de la canción popular del siglo XX. Con cada época y región del país, el traje de la China Poblana ha sido reinterpretado, consolidándose como uno de los símbolos más bellos y representativos de México.
Fuente: “La china poblana”, Gracia Molina Enríquez. Relatos e Historias en México, núm. 17.