Durante siglos, vestir de amarillo en China podía costarte la vida. ¿Por qué este color, asociado al equilibrio cósmico, se convirtió en un privilegio exclusivo del emperador?
En la China imperial, el color amarillo no era un simple gusto estético ni una elección de moda. Representaba el centro del universo, el equilibrio entre los elementos y el poder absoluto del emperador. Tan sagrado era su simbolismo, que su uso estaba prohibido para el pueblo, regulado por estrictas normas y tabúes que buscaban mantener el orden cósmico… y político.
Aunque hoy lo asociamos a la alegría o la luz solar, el amarillo fue, durante siglos, un símbolo exclusivo del poder imperial. Usarlo sin autorización era considerado una amenaza al trono y podía interpretarse como un acto de usurpación o traición.
🧭 Un color en el centro del cosmos
Para comprender la razón de esta prohibición, hay que sumergirse en la antigua cosmovisión china. El sistema filosófico del Wu Xing —los cinco elementos— vinculaba cada color a un elemento natural y a un punto cardinal:
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Rojo: fuego / sur
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Negro: agua / norte
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Verde o azul: madera / este
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Blanco: metal / oeste
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Amarillo: tierra / centro
El amarillo, por tanto, representaba la centralidad y el equilibrio universal. Era el punto de conexión entre todos los elementos, la base sobre la que se organizaba el orden del mundo. Y en ese mundo, el emperador era la encarnación de esa centralidad.
👑 De la tierra al trono: el color del emperador
La región del río Amarillo —considerada la cuna de la civilización china— reforzó la asociación simbólica entre el amarillo y la cultura central del Imperio. A partir de las dinastías Sui (581–618) y Tang (618–907), el amarillo se consolidó como el color oficial del poder imperial.
El emperador Taizong de Tang (626–649) fue el primero en usar formalmente túnicas amarillas en retratos oficiales. A partir de entonces, el amarillo brillante fue exclusivo del trono. Cualquier ciudadano que lo usara podía ser castigado con severidad.
Vestirse de amarillo era proclamarse “hijo del Cielo”. Solo uno podía hacerlo. Los demás debían obedecer.
🏯 Matices del poder: jerarquías cromáticas en la corte
Durante la dinastía Qing (1644–1912), el tabú del amarillo se aplicó con aún más detalle. Si bien el amarillo brillante era solo para el emperador, se establecieron variantes para distinguir jerarquías dentro de la familia real:
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Amarillo albaricoque: para el príncipe heredero
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Amarillo dorado apagado: para otros príncipes
Este código de colores no era decorativo, sino una forma de reforzar la estructura del poder hasta en el más mínimo detalle.
🛐 Rituales, arquitectura y escritura: el amarillo sagrado
El amarillo impregnaba todos los aspectos de la vida imperial:
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En los rituales de sacrificio, el emperador vestía de amarillo, montaba caballos amarillos y usaba utensilios del mismo color.
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En la arquitectura, las tejas amarillas de la Ciudad Prohibida simbolizaban la supremacía imperial.
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En la burocracia, los edictos reales se escribían en papel amarillo, conocido como huangbang (“anuncio amarillo”).
El mensaje era claro: donde hay amarillo, hay poder.
⚔️ De símbolo imperial a emblema de rebelión
Paradójicamente, el amarillo también fue usado por rebeldes. En el año 960, durante la revuelta de Chenqiao, los soldados vistieron al general Zhao Kuangyin con una túnica amarilla para proclamarlo emperador. Así nació la dinastía Song.
Desde entonces, la expresión huangpao jiashen (“ponerse la túnica amarilla”) pasó a significar tomar el poder por la fuerza.
En otras rebeliones campesinas, los estandartes amarillos sirvieron como símbolos de desafío al orden imperial. El color que simbolizaba el centro del cosmos, en ciertas circunstancias, también podía marcar el inicio del caos.
🟡 El ocaso del amarillo imperial
Con la Revolución de 1911 y la caída de la última dinastía, el sistema simbólico que sostenía el poder del color amarillo colapsó. A partir de entonces, su significado cambió drásticamente.
Influida por la prensa occidental, la palabra “amarillo” comenzó a asociarse con lo vulgar y lo obsceno. En la China contemporánea, el término se usa para referirse a contenidos pornográficos —una transformación semántica impensable siglos atrás.
🎨 El color como poder: una lección histórica
El recorrido histórico del amarillo en China muestra cómo los colores no son meramente decorativos. Son herramientas de poder, símbolos de identidad y marcadores sociales. El amarillo fue, durante más de mil años, el color de los dioses y del emperador. Un simple matiz que podía definir el destino de una persona.
Hoy, libre de tabúes, el amarillo vuelve a las calles, los vestidos y los objetos cotidianos. Pero su historia, cargada de sentido y simbolismo, sigue recordándonos que el lenguaje del color está lejos de ser neutral.
📚 Referencia principal:
Bi, Wei. (2024). “Five basic colour terms and colour taboos in ancient China (part one)”, Roczniki Humanistyczne, 72.9, 101–120. DOI: https://doi.org/10.18290/rh24729.6