*Dr. Julián Germán Molina Carrillo.
México vive uno de los peores momentos de su historia y una situación que todos los días agobia y preocupa a millones de mexicanos, que no ven la forma en que el Gobierno de la llamada Cuarta Transformación logrará encontrar soluciones a problemas como son: el incremento de la violencia en el país, de los homicidios dolosos, de los feminicidios, del apoderamiento por parte de los grupos criminales de pueblos y comunidades enteras, de la migración, la inseguridad que día a día crece y que supera el número de muertos de los dos anteriores Presidentes en el cuarto año de sus gobiernos, el colapso del sistema de salud que se había detonado incluso antes de la pandemia de la covid 19 y que en este momento ha sido rebasado por los servicios que demanda la población, la inflación que ya supera el 8% y que podría llegar a finales de año hasta un 11%, la impunidad que gozan los grupos de la delincuencia organizada ante un sistema de procuración y administración de justicia que no está a la altura de las necesidades de las víctimas, la corrupción que sigue en diversas áreas de los gobiernos de los tres niveles, la opacidad en las compras y licitaciones de obras que no se concursan y publican para conocimiento de los ciudadanos, el nepotismo e influyentismo que sigue presente en las administraciones, los enfrentamientos cotidianos en diferentes partes del país de los grupos criminales y las muertes de ciudadanos que tuvieron la mala fortuna de encontrarse en el lugar y momento equivocados, las desapariciones forzadas, las violaciones a los derechos humanos, el aumento en el consumo de drogas de nuestros jóvenes, con el alto costo que implican para el sistema de salud, la sospecha de que existe un narcogobierno y que se protege a los jefes de los carteles con la política de “abrazos, no balazos” la polarización que todos los días desde su conferencia mañanera alienta el Presidente para culpar a la oposición representada por él PRI, PAN Y PRD , a los medios de comunicación que no le son afines,a los empresarios y a los “conservadores” de todos los males que aquejan al país, a los que ahora ha sumado a los intelectuales, sacerdotes católicos, y judíos de estar en contra de su gobierno.
Como si todo lo anterior, no fuera suficiente, ante el anuncio del gobierno de los Estados Unidos al que se sumó el de Canadá ,de iniciar una serie de demandas en contra de México por violaciones al TMEC en materia energética que podrían tener un costo multimillonario para el país, en lugar de buscar una solución o acuerdo negociado, ha decidido mediante sus declaraciones desafiar al gobierno más poderoso del mundo y de cuya economía depende buena parte de las actividades e intercambios comerciales desde hace muchos años, todo ello sin tomar en cuenta las remesas que envían a México en dólares los más de quince millones de mexicanos que trabajan en el vecino país.
Pero esto en AMLO, no es nuevo, ya que a diferencia del entreguismo y trato que dio al expresidente Donald Trump al que siempre vio como un amigo y aliados, con Biden ha tenido un trato muy distinto, al extremo de boicotear la Cumbre de las Américas convocada por su gobierno, a la cual no asistió por no haber sido invitados los Presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Realmente es preocupante que López Obrador, no visualice las graves consecuencias que podría tener para el país y los mexicanos, un distanciamiento o conflicto con el gobierno de los Estados Unidos, ya que si bien es cierto ellos necesitan del apoyo de la Guardia Nacional y del ejercito mexicanos para frenar la entrada de los migrantes centroamericanos y de otros países que cruzando
nuestro país, pretenden entrar a los Estados Unidos, también lo es, que a nadie conviene y menos a México poner en riesgo el TMEC del cual depende buena parte de nuestra economía y flujo comercial con nuestro vecino del Norte.
Pese a lo anterior, en el momento tan difícil que vive el país, esa bandera de confrontar a los Estados Unidos para exacerbar el sentimiento Nacionalista, sería como prender la llama para provocar un incendio en el país, ante la debacle de su gobierno; sin embargo apuesta a que el enfrentamiento le puede redituar subir sus niveles de popularidad y apoyo ciudadanos, que ha sido lo más importante para él, desde que protesto el cargo, actuando en todo momento, más como candidato, que como gobernante.
Los desaciertos y malas decisiones del Presidente, como la cancelación del NAICM, la construcción del AIFA, la Refinería dos bocas y el Tren Maya, le han costado y seguirán costando miles de millones a los mexicanos y aún faltan dos años de gobierno, por ello desde hace ya varios meses dio el banderazo de salida a sus posibles sucesores y lanzó su propuesta de reforma electoral, para crear las condiciones propicias que le permitan dejar a su sucesor (a) en la silla presidencial.
Por lo anterior, titulé esta colaboración: “AMLO, Y EL EMPERADOR NERÓN” quien no fue un buen gobernante y porque a él se le atribuye el incendio de Roma en el año 64 D.C. que arrasó con cuatro de los catorce distritos de la ciudad que ardió por cinco días y de dicha acción culpó a los cristianos iniciando una persecución por todo el imperio y ajusticiando a los más que pudo. En éste caso México estaría a punto de ser incendiado y la culpa bien podría atribuirse a los “conservadores y fifís” que siguen en la oposición al gobierno de López Obrador, a quienes seguirá culpando de los problemas del país.
Como diría el clásico: “Cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia”
*Director General del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.