Por: Araceli Molina Diz
Enfrentamos tiempos de cambios estructurales, no sólo como individuos sino como humanidad, la pandemia vino a acelerar las transformaciones económicas, políticas, sociales y tecnológicas que ya se venían gestando, los cambios que esperábamos se dieran de forma paulatina con la pandemia se efectuaron en pocas semanas.
Y es que frases como “nos conectamos por zoom”, “estaré en una conferencia webinar” o “estaremos transmitiendo en vivo por Facebook Live” se han vuelto comunes y parte de nuestra vida cotidiana. Compramos en línea, pedimos comida en plataformas digitales y hacemos pagos por transferencias electrónicas.
Estas transformaciones nos han afectado en todo sentido, sin dejar a un lado a la política y los gobiernos. La forma de hacer política cambió, nos guste o no, estamos caminando hacia un nuevo paradigma en el que los ciudadanos, la comunicación y la tecnología tienen un papel fundamental.
Las administraciones entrantes se deben preparar para hacer mucho más con mucho menos, ya que llegan al poder en plena crisis económica, y si ha ello le sumamos la política de “austeridad” del gobierno federal, los presupuestos resultan poco alentadores. Además, deben planear en medio de una pandemia que aún no se termina y seguirá siendo prioridad enfrentarla, pero mano a mano con la ciudadanía para crear un frente común. Otro de sus grandes retos será la efectividad en sus estrategias de comunicación política, que en este nuevo paradigma resultan fundamentales para tener legitimidad y crear gobernabilidad; por último, deben contar con una eficiente planeación, con objetivos claros, estrategias y políticas públicas bien diseñadas; más allá de continuar con la política tradicional en la que llegan a buscar culpables y deslindarse de responsabilidad.
La entrada de nuevas administraciones y los procesos de transición que viviremos en todo el país en los próximos días, debe representar una auténtica reinvención de la gestión pública, un cambio de estructuras y estrategias que permitan integrar planes, programas y políticas gubernamentales en las que las personas se sientan parte integral y se apropien de ellas. Largos discursos demagógicos, procesos de planeación unilaterales y programas gubernamentales que no dan respuesta a las problemáticas ciudadanas deben quedar atrás, estamos viviendo nuevos tiempos en los que, aquellos que no se acoplen a este nuevo paradigma quedarán fuera, estamos viviendo tiempos en lo que la única opción es adaptarse.
Quiero agradecer a -Moviendo Ideas- por darme la oportunidad de colaborar en este espacio expresión, reflexión y análisis, espero que mis ideas los inviten a deliberar y tener una mayor participación ciudadana en la vida política de nuestro país.
Mi cuenta en tuiter: @aramolinadiz