Microsoft está dispuesto a retirarse de las negociaciones de alto riesgo con OpenAI sobre el futuro de su alianza multimillonaria, mientras el fabricante de ChatGPT busca convertirse en una empresa con fines de lucro.
El gigante del software ha considerado detener las complejas discusiones con la startup de inteligencia artificial de 300 mil millones de dólares si las dos partes siguen sin poder ponerse de acuerdo sobre cuestiones críticas , como el tamaño de la futura participación de Microsoft en OpenAI, según personas con conocimiento de sus planes. En esta eventualidad, Microsoft confiaría en su contrato comercial existente para conservar el acceso a la tecnología de OpenAI hasta 2030, a menos que hubiera una oferta igual o mejor que sus acuerdos actuales, según estas personas.
Estas personas destacaron, sin embargo, que Microsoft estaba actuando de “buena fe” y que ambas partes se reunían diariamente para tratar de poner un plan sobre la mesa y tenían la esperanza de que se pudiera llegar a un acuerdo. “Tenemos una colaboración productiva y a largo plazo que ha proporcionado herramientas de IA increíbles para todos”, declararon Microsoft y OpenAI en un comunicado conjunto. “Las conversaciones continúan y confiamos en que seguiremos desarrollando juntos durante los próximos años”.
OpenAI necesita un acuerdo con Microsoft para completar su transición desde sus orígenes sin fines de lucro hacia una estructura corporativa más convencional, lo que, según la empresa, le permitirá obtener financiación y lanzar una oferta pública inicial (OPI). Microsoft debe aprobar el cambio antes de fin de año o OpenAI corre el riesgo de perder miles de millones de dólares en financiación de otros inversores, como SoftBank.
En las conversaciones mantenidas durante el último año, ambas partes han discrepado sobre la cantidad de capital que Microsoft debería recibir en el grupo reestructurado a cambio de los más de 13 000 millones de dólares que ha invertido en OpenAI hasta la fecha. Las negociaciones sobre la participación han oscilado entre el 20 % y el 49 %. Ambas partes también están revisando los términos de su contrato más amplio, redactado inicialmente cuando Microsoft invirtió 1000 millones de dólares en OpenAI en 2019.
Según su acuerdo actual, Microsoft tiene derechos exclusivos para vender el acceso a los modelos de OpenAI y recibe una participación del 20% en los ingresos, hasta un máximo de 92 000 millones de dólares. Microsoft se muestra reacio a ceder en su acceso continuo a la tecnología de OpenAI o en su participación en los ingresos del grupo, según varias personas cercanas a las negociaciones. El Wall Street Journal informó esta semana que OpenAI había considerado una opción desastrosa: acusar a Microsoft de comportamiento anticompetitivo en relación con su alianza.
“Resistir es la opción nuclear de Microsoft… y solo están haciendo sudar a OpenAI”, dijo una persona cercana a OpenAI, quien también argumentó que el acceso a la propiedad intelectual del fabricante de ChatGPT era necesario para que Microsoft mantuviera su posición en la carrera por comercializar IA contra rivales como Google y Meta. Una persona cercana a Microsoft dijo que el “status quo” era aceptable para la gran empresa tecnológica y que estaba “satisfecha con el contrato actual” y preparada para “mantenerlo vigente” hasta 2030. “Al mercado le importan los ingresos que genera Microsoft… no su participación en OpenAI, [y] este acuerdo le quita ingresos a Microsoft”, dijo otra persona que ha hablado de las negociaciones con ejecutivos de Microsoft.
“La pregunta es: ¿qué obtiene Microsoft a cambio de renunciar al derecho a esos ingresos?” Microsoft ya ha comenzado a diversificarse más allá de los modelos OpenAI en los últimos meses, como parte de la creencia del director ejecutivo Satya Nadella de que los modelos líderes se convertirán en “productos básicos” o tendrán menos valor que poder vender aplicaciones habilitadas para IA y asistentes digitales creados sobre ellas.
En mayo, el gigante del software puso el modelo xAI Grok de Elon Musk a disposición de sus clientes de computación en la nube. “OpenAI ya no es necesariamente el líder”, dijo una persona cercana a Microsoft, refiriéndose a la competencia entre fabricantes de modelos de IA rivales. Varios otros elementos del contrato actual también están sujetos a negociación, incluidos los derechos exclusivos de Microsoft para vender el software de OpenAI a través de su servicio de computación en la nube Azure; su derecho de primera preferencia para proporcionar infraestructura informática a OpenAI; y el acceso del gigante del software a la propiedad intelectual del grupo de IA antes de que alcance la “inteligencia general artificial”. La última cláusula se refiere a un punto en el que OpenAI crea un “sistema altamente autónomo que supera a los humanos en el trabajo económicamente más valioso” y es probable que se deseche , como informó anteriormente el Financial Times.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, y su directora financiera, Sarah Friar, también dijeron que la compañía está teniendo dificultades para acceder a la potencia informática necesaria para ejecutar ChatGPT, que ha alcanzado los 500 millones de usuarios activos semanales en todo el mundo, al mismo tiempo que entrena nuevos modelos y lanza productos.
Dos ex ejecutivos de Microsoft involucrados en la gestión de los requisitos computacionales de OpenAI dijeron que la relación entre los grupos se había desgastado significativamente por el tema, particularmente en torno a las demandas de Altman de un acceso más rápido a aún más infraestructura. Incluso si se resuelven los problemas, la transacción deberá ser aprobada por los fiscales generales de Delaware y California. La conversión también está sujeta a una impugnación legal por parte del director de xAI, Musk, que ha contado con el apoyo de exempleados de OpenAI.
Recomendado Noticias en profundidad Inteligencia artificial El problema de los chatbots de IA que les dicen a las personas lo que quieren oír Para OpenAI, alcanzar un acuerdo con Microsoft es crucial. Los inversores en las dos últimas rondas de financiación del grupo de IA han aceptado cláusulas que exigen que la empresa se transforme con éxito en una entidad con fines de lucro o, de lo contrario, su inversión en capital se convertirá en deuda. Si este proceso se retrasa o se abandona, los inversores tienen la opción de recuperar parte de su inversión. SoftBank, que lideró la ronda más reciente, podría reducir su inversión de 30 000 millones de dólares en 10 000 millones si la conversión no se completa para finales de año.
Entornos cercanos a OpenAI confían en que los inversores mantendrán sus compromisos, incluso si la transacción se retrasa. Un veterano de Silicon Valley cercano a Microsoft dijo que el gigante del software “sabe que no es su problema resolverlo; técnicamente, es problema de OpenAI tener la negociación”.
