Bukele llega a Washington para reunirse con Trump en la Casa Blanca: entre cárceles, migración y show político

Por: Rocío Rios

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Este fin de semana, Nayib Bukele ya tocó suelo estadounidense. El presidente de El Salvador aterrizó en la base aérea de Andrews, Maryland, para prepararse de cara a su reunión con Donald Trump este lunes.

WASHINGTON, 14 DE ABRIL 2025. (EFE) -No será un encuentro cualquiera: es el primero que Trump sostiene en la Casa Blanca con un mandatario latinoamericano desde su regreso a la presidencia en enero. El dato no es menor. Porque, mientras a otros líderes los ha recibido en su residencia de Mar-a-Lago, Florida (más relajado, más privado, más a su estilo), a Bukele le abrió las puertas de la Casa Blanca. Es decir: no es solo protocolo, hay una intención política detrás.

Una visita con tono de alianza: inmigración, cárceles y cooperación bajo la lupa

Oficialmente, la reunión girará en torno a la cooperación en materia de inmigración. Pero lo que realmente salta a la vista es lo que no se dice tan abiertamente: El Salvador ha cedido el uso de su polémico CECOT, el Centro de Confinamiento del Terrorismo, para que Estados Unidos envíe presuntos pandilleros deportados, especialmente del Tren de Aragua y la MS-13.

Un acuerdo de cooperación por seis millones de dólares está sobre la mesa —aunque los detalles son pocos y borrosos. Lo cierto es que Washington ya utilizó el Cecot para enviar a 238 venezolanos y 23 salvadoreños acusados de pandillerismo, en un operativo del 15 de marzo amparado en una vieja ley de 1897: la Ley de Enemigos Extranjeros.

El movimiento generó ruido entre juristas y defensores de derechos humanos. Algunos expertos no solo han calificado de desproporcionada la medida, sino que Estados Unidos cometió errores, como en el caso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por equivocación, a pesar de estar casado con una ciudadana estadounidense y contar con una orden judicial que impedía su salida del país.

La reunión, ¿escenario de disculpas o de pactos?

El caso de Ábrego llegó hasta la Corte Suprema, que ordenó su retorno a Estados Unidos. Y aunque parezca contradictorio, Trump ha dicho que acatará la resolución. Hay quienes creen que el anuncio de la repatriación podría darse este mismo lunes, durante el encuentro con Bukele. Sería, sin duda, un mensaje político potente: el error reconocido, el daño corregido… y una alianza migratoria que sigue firme.

Para Trump, que ha intensificado su narrativa antiinmigrante en los últimos meses, este tipo de acuerdos con líderes como Bukele son piezas clave en su ajedrez electoral. Y para Bukele, que también juega en las grandes ligas del populismo digital, estar en el Despacho Oval con su homólogo estadounidense no es solo agenda diplomática, es validación política.

¿Colaboración o espectáculo?

La pregunta que flota es si este encuentro marcará una nueva etapa de cooperación real entre ambos gobiernos o si será otro capítulo de show político bilateral, donde las cámaras importan tanto como las decisiones.

Por lo pronto, Bukele ya está en Washington. Trump lo espera. Y el Cecot, en El Salvador, sigue recibiendo “enviados especiales” desde el norte, entre acuerdos discretos y controversias abiertas.