El río Patapsca, cuyo nombre indio se traduce como “remanso”, se convirtió en escenario de caos y tragedia en las primeras horas de la madrugada de este martes, cuando un gran carguero colisionó contra uno de los pilares del icónico puente Francis Scott Key, el mayor puente de Baltimore, Maryland. La colisión resultó en el derrumbe inmediato de la estructura mientras varios vehículos la cruzaban, arrojándolos a las gélidas aguas del río.
Las autoridades informaron que equipos de emergencia han rescatado a dos personas hasta el momento, pero más de siete individuos permanecen desaparecidos en medio de una operación de búsqueda y rescate en curso. “Es una locura. Parece una película. Yo paso mucho por ahí”, comentó Desmond, un ciudadano de Baltimore, reflejando el asombro y la consternación que se vivían en la ciudad tras el incidente.
Al amanecer, el paisaje que se presentaba era desgarrador. El carguero, con sus contenedores coloridos, permanecía empotrado contra el pilar del puente, cuya mayor parte yacía sumergida en las profundidades del río Patapsco, con una profundidad de unos 15 metros en la zona del accidente. Helicópteros sobrevolaban la escena, mientras los equipos de rescate utilizaban sonares y rayos infrarrojos en su búsqueda de los desaparecidos.
El puente Francis Scott Key, una vía vital que conecta dos partes de Baltimore sobre el río Patapsco, suele albergar un tráfico considerable, con una media de 33.000 vehículos diarios. Sin embargo, debido a la hora del accidente, la cantidad de vehículos en el puente en ese momento era relativamente baja.
Hasta el momento, se desconoce el número exacto de víctimas potenciales. Según los bomberos en una rueda de prensa al amanecer, dos personas han sido rescatadas, mientras que al menos otras siete están siendo buscadas. La temperatura en la zona del puerto de Baltimore era de -1 grado Celsius, y la del agua, alrededor de ocho grados, condiciones que pueden llevar rápidamente a la hipotermia.
Jill Driver, una vecina de Baltimore, observaba con tristeza el puente colapsado y el barco empotrado desde Stoney Beach. “Es descorazonador, sobre todo por la gente que ha caído, pero también por cómo nos divide a todos. Yo trabajo al otro lado del río, tengo familia allí y ahora estamos mucho más lejos. Antes tardaba 5 minutos en cruzar y ahora van a ser 45 minutos, es terrible. Era un puente muy importante para la comunidad. Además, ahora el puerto está cerrado y Baltimore depende mucho de él para su economía”, expresó.
En medio de la devastación y la incertidumbre, la comunidad de Baltimore se enfrenta a una crisis que no solo ha cobrado vidas y causado daños materiales, sino que también ha alterado de manera significativa la vida diaria y la conectividad de la ciudad. Las autoridades continúan con las labores de rescate y la investigación sobre las causas de este trágico suceso que ha conmocionado a toda la región.
Vía El País
