Esta medida marca la mayor cancelación de pedidos de carne de cerdo estadounidense por parte de China desde 2020
Pekín/Washington, 25 de abril de 2025.– Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos volvieron a escalar esta semana, luego de que el gobierno chino anunciara la cancelación de miles de toneladas de carne de cerdo proveniente de EE. UU., en respuesta a los aranceles adicionales del 145 % impuestos por la administración estadounidense a productos chinos.
Pekín respondió con una represalia arancelaria del 125 % sobre importaciones estadounidenses clave, encareciendo los productos y reduciendo su competitividad frente a otros proveedores internacionales. Esta es la mayor cancelación de pedidos de carne de cerdo estadounidense por parte de China desde 2020, lo que marca un nuevo punto crítico en la prolongada guerra comercial entre ambas potencias.
Exportaciones agrícolas y ganaderas, las más afectadas
El impacto no se ha limitado a la industria porcina. Las exportaciones de carne de res también han sido afectadas, y en algunos casos suspendidas totalmente, lo que ha permitido que países como Australia ganen terreno en el mercado chino. A esto se suma una caída en la demanda de soya estadounidense, particularmente perjudicial para agricultores de estados como Kentucky, donde la soya representa uno de los principales productos de exportación.
Además de las trabas comerciales, los productores enfrentan inundaciones históricas que han retrasado la siembra, afectado la rotación de cultivos y puesto en riesgo la rentabilidad del ciclo agrícola 2025.
Boeing y el sector aeronáutico, también en la mira
La industria aeronáutica estadounidense no ha sido inmune a esta confrontación. La compañía Boeing se ha visto afectada por la decisión de aerolíneas chinas de no aceptar la entrega de cerca de 50 aviones, valorados en más de mil millones de dólares, lo que añade presión a un sector ya golpeado por problemas logísticos y de confianza en modelos anteriores.
Sin negociaciones a la vista A pesar del fuerte impacto económico, no hay negociaciones activas entre ambos países para resolver la disputa. Así lo confirmaron tanto la administración del presidente Donald Trump como el portavoz del Ministerio de Comercio de China, quien señaló que actualmente no existen diálogos económicos ni comerciales en curso.
Impacto económico directo en los hogares estadounidenses
De acuerdo con datos del Tax Foundation, los aranceles ya impuestos, junto con los que están programados para 2025, podrían reducir los ingresos después de impuestos en un promedio del 1.2 %, lo que representa un aumento de costos cercano a 1,243 dólares por hogar estadounidense.
Escalada comercial sin freno
La falta de diálogo y la constante imposición de nuevas medidas arancelarias ponen en riesgo miles de empleos y generan incertidumbre en sectores clave para la economía estadounidense, como la agricultura, la industria alimentaria y la aeronáutica. Mientras tanto, otros países aprovechan el vacío dejado por EE. UU. en los mercados internacionales, y China refuerza su postura como jugador global firme frente a la presión económica extranjera.