Rafael Pedraza, originario de Michoacán y residente de la Ciudad de México, viajó a Perú con su esposa, María Arredondo, para conocer una de las maravillas del mundo. Sin embargo, su sueño se convirtió en pesadilla el pasado domingo, cuando el camión en el que viajaban volcó tras salir de la carretera.
En una entrevista telefónica desde una clínica en Cusco, Rafael relató lo ocurrido: “Ascendimos a las siete de la mañana y, al regresar entre las 12 y la 1 de la tarde, el camión se fue al barranco en la segunda curva de bajada.” La caída fue de aproximadamente 15 metros, lo que dejó a ambos heridos de gravedad.
Junto a ellos viajaban Verónica Pedraza, hermana de Rafael, y su esposo Jorge Polanco Cantú, así como otros dos mexicanos que no eran familiares. El autobús, que tenía capacidad para 30 pasajeros, no contaba con las medidas adecuadas de seguridad.
Rafael expresó su indignación por la ausencia de un protocolo adecuado por parte de la compañía turística Consettur Machupicchu S.A.C. “Estábamos cerca de la zona de embarque, pero no había medidas de atención”, lamentó. En el momento del accidente, turistas y lugareños fueron los primeros en responder a la emergencia.
Rafael y su esposa exigen al gobierno de Perú, encabezado por la presidenta Dina Boluarte, que la compañía Consettur Machupicchu S.A.C. cubra los gastos generados por el accidente. A pesar de que la empresa se ha comunicado con ellos, sólo les han indicado que “la respuesta será conforme a derecho”. “Por nuestra urgencia no pueden ser así las cosas”, añadió Rafael.
A pesar de las dificultades, Rafael y María lograron conocer el destino con el que tanto soñaban. Sin embargo, ahora enfrentan una situación crítica que requiere la atención inmediata de las autoridades y la movilización de recursos. Se hace un llamado a la comunidad para que apoyen en la gestión de una ambulancia aérea que permita su traslado a México.
Vía Excelsior