El primer debate presidencial en Estados Unidos entre Kamala Harris y Donald Trump, transmitido por la cadena ABC News, comenzó con un cordial apretón de manos, pero pronto se convirtió en un intercambio áspero de ataques y desinformación. El enfrentamiento, que se llevó a cabo en el National Constitution Center de Filadelfia, Pensilvania, abordó temas candentes como el aborto, la economía, la inmigración y los problemas legales del expresidente Trump.
Ataques y Desmentidos
Kamala Harris, la actual vicepresidenta de 59 años, se mostró agresiva durante el debate, lanzando ataques directos a Donald Trump. Harris criticó a Trump por la gestión de sus mítines de campaña, insinuando que las multitudes se dispersaban por “agotamiento y aburrimiento”. En respuesta, Trump defendió la popularidad de sus eventos, afirmando que sus mítines eran los más grandes e impresionantes en la historia política.
El debate también estuvo marcado por afirmaciones controvertidas y datos falsos. Trump hizo una declaración infundada sobre las políticas demócratas, alegando que apoyaban la ejecución de bebés nacidos. Este comentario fue rápidamente desmentido y criticado por Harris y diversos medios de comunicación, incluyendo The New York Times, que observó que Harris utilizó el 46% de su tiempo para atacar a Trump, frente al 29% de tiempo dedicado por Trump a ataques similares.
Economía, Justicia y Legalidad en el Centro del Debate
El debate tocó la economía, recordando que el desempleo en EE. UU. alcanzó un récord del 14.8% en abril de 2020, descendiendo al 6.4% cuando Trump dejó el cargo. Harris también se dirigió a los problemas legales de Trump, incluyendo su condena penal por encubrimiento de pagos a una estrella del entretenimiento para adultos, así como otras acusaciones y una sentencia civil por agresión sexual.
Trump negó todas las acusaciones, desestimando los cargos como parte de una conspiración demócrata y alegando que no había pruebas en su contra.
El primer debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump dejó claro que la campaña electoral se perfila como una batalla intensa y polarizada. Con ataques feroces y controversias en el centro del diálogo, el enfrentamiento destacó la creciente fractura en la política estadounidense mientras los candidatos se preparan para una reñida contienda electoral.
Vía Excelsior